¿Qué dice la ley sobre el cannabis en Francia?

Francia es el primer país consumidor de cannabis en Europa, junto con la República Checa. En 2014, el 47,8% de los jóvenes menores de 17 años había probado el cannabis, y 1/4 de estos jóvenes lo habían consumido en el último mes, y 700.000 consumidores diarios en total. Ante estas cifras, cabe preguntarse: ¿es legal el cannabis en Francia?

La ley de 31 de diciembre de 1970 define el marco jurídico francés de la política de drogas. Regula el consumo, la posesión, la distribución y la producción de cannabis, y no tiene en cuenta los últimos estudios a favor de la legalización del cannabis en Francia.

Consumo y posesión de cannabis en Francia

Además de penalizar el debate sobre el cannabis si lo presenta de forma favorable, la legislación francesa prohíbe el consumo de cannabis con distintos grados de severidad: el simple consumo puede conllevar hasta un año de prisión, que puede ir acompañado o sustituido por una multa de 3750 euros.

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La posesión o el consumo de cannabis en un lugar privado o público (en la calle, en un autobús, en tu coche en la vía pública, en un bar, etc.) está estrictamente prohibido. No se distingue entre uso terapéutico o religioso, aunque existen algunas tolerancias en territorios de ultramar como la Polinesia.

El límite de THC para conducir está fijado en 1ng/mL en la saliva. Este límite tan bajo hace que cualquier rastro de cannabis sea detectable hasta varios días después del consumo, y el THC permanece en la saliva hasta 2 días, mucho más tiempo que su efecto psicotrópico.

Esta aplicación aproximada de la ley, que depende de la interpretación de los individuos (juez y policía) y de la ubicación geográfica (mayor tolerancia en las grandes ciudades), ha planteado regularmente la cuestión de la revisión de la ley.

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Recientemente, el gobierno de Macron ha optado por imponer simples multas para los casos de consumo o posesión de pequeñas cantidades. Esta elección se justificó por los elevados costes procesales de llevar sistemáticamente a los infractores ante los tribunales, pero no constituye una despenalización, ya que los delitos relacionados con el cannabis pueden seguir siendo perseguidos.

Todavía bajo el gobierno de Macron, se establecerá una experimentación de cannabis medicinal durante 2 años a partir del año 2020. El consumo y la posesión de cannabis estarán permitidos para los pacientes afectados por el experimento, pero seguirán estando prohibidos para otros pacientes.

Cultivo de cannabis en Francia

El cultivo de cannabis para su propio uso (recreativo, médico o de otro tipo) está totalmente prohibido. Los cultivadores de cannabis tendrían que acudir al Tribunal de Gran Instancia, lo que no suele ser el caso debido a su sobrecarga. El cultivo de cannabis en Francia está castigado con una multa de 7,5 millones de euros y 30 años de prisión.

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Distribución de cannabis

El tráfico de cannabis puede llevar a la cadena perpetua (30 años) y a una multa de 7,5 millones de euros. Vender drogas ilegalmente es un delito. La legislación francesa hace una clara distinción entre el consumidor, que se considera un paciente y no un delincuente, y el traficante, que vende drogas además de su posible consumo, y se considera un traficante y está sujeto al Código Penal. En la práctica, las sentencias rara vez son tan serias y los juicios tan sistemáticos como la ley prescribe.

Suministro de semillas, herramientas para producir y consumir cannabis

Es ilegal vender ocomprar semillas de cannabis para cultivarlas. Sin embargo, las semillas se venden legalmente como «objetos de colección», y el comprador tiene prohibido germinarlas. Los productos de cáñamo (-0,2% de THC) son legales, pero algunas «tiendas de cáñamo» están incriminadas por presentar el cannabis de forma favorable.

Estatuto jurídico del CBD en Francia

En Francia, el CBD no está clasificado como estupefaciente. Por tanto, el CBD es legal en Francia. Tampoco está prohibida la posesión o el regalo de flores de cáñamo con -0,2% de THC.

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