Glosario sobre el cannabis
¿Qué son los tricomas y por qué son tan importantes?
Tanto si consideras los beneficios recreativos como los médicos del cannabis, los valores terapéuticos provienen de los cannabinoides y los terpenos, las «moléculas milagrosas» que alivian desde la depresión y los problemas intestinales hasta los tumores cancerígenos y la epilepsia.
Pero, ¿de dónde proceden estos compuestos?
Los cannabinoides y los terpenos se fabrican en pequeñas glándulas de resina que se encuentran en las flores y las hojas principales durante la floración de las plantas de cannabis, llamadas tricomas. Derivados del griego antiguo trikhōma, que significa «crecimiento del pelo», los tricomas son proyecciones casi microscópicas, parecidas a hongos, en la superficie de las cabezas, las hojas pequeñas y, en menor número, incluso en el tallo. Aunque son relativamente complejos, los tricomas están formados principalmente por un tallo y una cabeza. Es en la cabeza donde se forman los cannabinoides, como el THC.
En realidad, hay tres tipos de tricomas: los bulbosos, los tallos y los cistolitos. Los tricomas bulbosos son los más pequeños y raramente visibles a simple vista, mientras que los capciosos del tallo, los más comunes, son los que se pueden ver al observar las flores del cannabis, ya sea a simple vista o con un microscopio. Aunque todavía hay que investigar para revelar en qué se diferencian los distintos tipos de tricomas, actualmente se cree que los tricomas producen todo tipo de cannabinoides y terpenos.
La fábrica de cannabinoides
En los tallos de los tricomas se fabrican unas sustancias químicas denominadas vacuolas y plastos (que contienen terpenos) que se desplazan hasta la cabeza de la glándula. Una vez en la cabeza, la luz ultravioleta (UV) se combina con éstos para ayudar a crear cannabinoides. Aunque la explicación es sencilla, este modelo ilustra por qué las plantas que han recibido luz con la longitud de onda, la intensidad y la duración adecuadas producen un mayor volumen de cannabinoides. Cuando el cannabinoide resulta ser el THC, el potencial eufórico de la planta aumenta.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que una cubierta de tricomas en una muestra de cannabis no garantiza la potencia del cannabis, ni en forma de alta eficacia médica ni de euforia. Aunque la presencia de glándulas de resina es ciertamente una buena señal, no significa necesariamente que estas glándulas contengan un alto porcentaje de THC, CBD u otros cannabinoides y terpenos.
Desde un punto de vista biológico, los tricomas son una especie de mecanismo de defensa de la planta, que la protege de amenazas ambientales como los insectos. Los tricomas hacen que la planta sea menos aceptable para los depredadores hambrientos. También se sabe que los tricomas inhiben ciertos tipos de hongos y protegen a la planta del viento y la baja humedad.
Un indicador para los cultivadores
Los tricomas indican el nivel de madurez de las plantas de cannabis femeninas en las últimas fases de crecimiento. Cuando son ligeras, las plantas no están completamente maduras. Los tricomas son de color ámbar o marrón cuando están listos para desarrollar todo su potencial.
La fuente de kief, hachís y shatter
Como los tricomas son las fábricas microscópicas en las que se producen los cannabinoides y los terpenos, son el componente principal de muchas extracciones y concentrados de cannabis. El kief, el primo en polvo del hachís, es básicamente una colección de cabezas de tricomas decapitadas. El hachís es una extracción similar de tricomas, destinada a reunir cannabinoides y terpenos. Al prensar el hachís, los tricomas suelen ser triturados y recogidos en forma de resina.
El hachís de burbujas se hace cuando las hojas de cannabis, y a veces los cogollos, se sumergen en hielo hasta que los tricomas se congelan y se rompen. Al aplicar un suave movimiento de agitación, los tricomas se desprenden y caen de la planta. Luego se recogen en un tamiz en el fondo del recipiente. Las extracciones de cannabis, como el shatter, el BHO (aceite de hachís de butano) y la cera, son diferentes métodos para recoger la resina de la planta y producir sustancias de THC y CBD menos fumables pero mucho más potentes.
Cuando el aceite de cannabis se recoge y se infunde en alimentos espaciales, cápsulas o Green Dragon, el cannabis ya no se puede fumar, sino que proporciona dosis potentes en formas más discretas.
A pesar de la imagen de las hojas y los cogollos, en realidad son los tricomas invisibles los que aportan todo el valor medicinal y recreativo del cannabis. Los pacientes sólo tienen que recordar que la planta por sí sola no aporta sus beneficios, sino las glándulas de resina en las que están suspendidos compuestos como el THC y el CBD.