La industria marroquí del cannabis está en pleno auge bajo el impulso de las reformas estratégicas y las iniciativas reguladoras lideradas por la Agencia Nacional de Regulación de las Actividades Relacionadas con el Cannabis (ANRAC). Los datos publicados recientemente por la ANRAC reflejan un aumento sustancial de las autorizaciones y de las superficies cultivadas con respecto al año anterior. En 2023, la primera cosecha de cannabis legal ascendió a un total de 294 toneladas.
La ANRAC ha desempeñado un papel clave en la orquestación de este crecimiento, supervisando las distintas facetas de la cadena de valor del cannabis -desde el cultivo hasta la exportación- en línea con los compromisos internacionales de Marruecos. El papel de la agencia se extiende no sólo a la emisión de autorizaciones, sino también a garantizar el cumplimiento de los marcos legales y facilitar las iniciativas de investigación.
Desarrollo del cultivo y la producción de cannabis
En las regiones del norte de Marruecos, Taounate, Chefchaouen y Al Hoceima, ANRAC ha concedido 2.737 autorizaciones a agricultores locales, frente a las 609 de 2023. Los cultivos legales cubrirán ahora una superficie total de 2.552 hectáreas, frente a las 286 de 2023. En comparación, Francia, líder europeo, cultiva 22.000 hectáreas de cáñamo. Este aumento de la superficie cultivada subraya el creciente interés y el potencial económico del sector del cannabis en Marruecos.
se concedieron 168 licencias a 61 operadores diferentes, entre ellos una empresa farmacéutica, 16 cooperativas, 37 empresas y 7 particulares.
Más allá del cultivo, el ámbito de actuación de ANRAC se extiende al panorama más amplio de los productos derivados del cannabis, abarcando aplicaciones industriales, médicas y farmacéuticas. El enfoque proactivo de la agencia está fomentando claramente la innovación y la diversificación en el sector.
En 2023, se fabricaron 42 productos de cannabis medicinal a partir de la producción legal, incluidos 11 cosméticos y productos de cuidado personal y 31 suplementos dietéticos. Esta diversificación refleja un cambio estratégico hacia derivados del cannabis de valor añadido en respuesta a la creciente demanda mundial de productos farmacéuticos y de bienestar basados en el cannabis.
Además, el Ministerio de Sanidad expidió en la misma fecha 7 certificados de registro para uso en bienestar, dos de ellos para complementos alimenticios (infusiones) y cinco para cosméticos y productos de cuidado personal. Un operador y una cooperativa exportaron 65,5 kg de productos de cannabis a Suiza, y otra exportación de 30 kg de resina de CBD se encuentra en las fases finales del procedimiento de exportación, según la ANRAC.
La ANRAC menciona también que la Office national de sécurité sanitaire des produits alimentaires (ONSSA) ha concedido 73 autorizaciones de utilización de semillas de Beldia por una superficie de 1.262 hectáreas a 73 cooperativas de producción (1.225 agricultores) y 11 autorizaciones de importación por una superficie de 286 hectáreas a 22 cooperativas de producción (285 agricultores).
La estrategia marroquí en materia de cannabis se basa en un sólido marco reglamentario diseñado para ajustarse a las normas y compromisos internacionales. El mandato de la ANRAC se extiende a la supervisión normativa y la colaboración con organismos internacionales, garantizando la transparencia y la rendición de cuentas.
Estos esfuerzos están respaldados por la Ley 13-21, que regula los usos legales del cannabis y proporciona el marco fundamental para las operaciones de ANRAC.