Cannabis Social Club

El Ayuntamiento de Barcelona se enfrenta a los clubes de cannabis

Published

on

PUBLICITE

El Ayuntamiento de Barcelona, dirigido por Jaume Collboni, se está planteando seriamente cerrar todos los Clubes de Cannabis. Estos establecimientos, que han florecido en la última década, se han convertido en la principal vía para el cannabis en la ciudad.

El reciente cambio de postura bastante protectora del Ayuntamiento ha desencadenado una serie de inspecciones y ha causado preocupación entre los administradores de los Clubes y los activistas que durante mucho tiempo han defendido el modelo único de Club de Cannabis de Barcelona.

Incertidumbre jurídica y cambio político

La nueva determinación del Ayuntamiento de cerrar los clubes sociales de cannabis supone un cambio significativo respecto a su anterior postura de tolerancia y defensa de la regulación. Albert Batlle, tercer teniente de alcalde y concejal de Seguridad, declaró recientemente la intención del Consistorio de «acabar» con estos clubes, subrayando la necesidad de un planteamiento meticuloso «con seguridad jurídica, con rigor y sin enfrentamientos provocados por las prisas».

En 2021, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña anuló el reglamento del ayuntamiento de 2016, dejando sin base legal a estos establecimientos.

Las últimas campañas de inspección, distintas de las anteriores, tienen como objetivo comprobar si se fomenta activamente el consumo de cannabis dentro de estos clubes. Los administradores de los clubes revelan una mayor intensidad durante estas inspecciones, lo que sugiere una posible represión de las actividades relacionadas con el cannabis. El Ayuntamiento, aunque se mantiene hermético al respecto, asegura que está trabajando para «garantizar la legalidad de estos establecimientos».

Perspectivas contradictorias

La polémica en torno a los clubes sociales de cannabis de Barcelona ha generado confusión y frustración entre los activistas que desde hace tiempo defienden el modelo como una forma de alejar el consumo de cannabis de las calles, reduciendo así los riesgos asociados al mismo.

Sin embargo, la falta de una regulación clara ha permitido operar a un subconjunto de establecimientos sin escrúpulos, difuminando los límites entre los clubes legítimos y los que facilitan actividades ilícitas. Los activistas lamentan que el Ayuntamiento los agrupe injustamente con los traficantes de drogas, e insisten en la necesidad de una regulación matizada que distinga entre el consumo responsable de cannabis y el comercio ilícito.

Reconocimiento internacional

Mientras Barcelona se plantea cerrar los Clubes Sociales de Cannabis, otros países están adoptando modelos similares. Alemania se prepara para abrir locales de este tipo en abril de 2024, mientras que la República Checa frenó recientemente sus ambiciones de legalización total en favor de establecer Clubes Sociales de Cannabis. Malta también ha dado el paso hacia los Clubs, mientras que en Sudamérica también existen diferentes modelos de asociaciones.

En diciembre, expertos de Barcelona se reunieron con el Presidente de Malta para compartir sus observaciones sobre el funcionamiento de estos espacios, destacando el interés y reconocimiento internacional de este modelo.

A pesar de los retos regulatorios encontrados en Barcelona, los clubes sociales de cannabis de la ciudad siguen siendo una fuente de inspiración para los países que navegan por el complejo terreno de la legalización y regulación del cannabis. Una delegación internacional visitó los clubes de Barcelona el pasado mes de marzo, incluyendo parlamentarios de varios países europeos, funcionarios de Estados Unidos y representantes de países sudamericanos.

Click to comment

Trending

Salir de la versión móvil