Científicos de la Universidad de San Diego, en California, han publicado un estudio que demuestra que estar bajo los efectos del cannabis no está asociado a un mal rendimiento al volante.
Publicado el 26 de mayo, el estudio fue financiado por el Estado de California y en él participaron agentes del orden especialmente formados.
Tras consumir cannabis a través de un «cigarrillo de cannabis» que contenía un 5,9% de THC o un 13,4% de THC, o un placebo, los 191 participantes evaluaron su capacidad de conducción a través de un simulador de conducción, un coche real, y también fueron sometidos a pruebas estandarizadas de sobriedad sobre el terreno (FST) por agentes de policía especialmente entrenados.
Se tomaron muestras de saliva al mismo tiempo que se evaluaba la conducción, incluida la capacidad de mantenerse erguido, durante un periodo de 5 horas.
Aunque las pruebas de sobriedad realizadas por los agentes de policía identificaron correctamente a los participantes del grupo de control de cannabis en el 81% de los casos, también identificaron incorrectamente como intoxicados al 49% de los participantes del grupo placebo, lo que sugiere una falta de fiabilidad en las pruebas realizadas por la policía. Los agentes llevaron a cabo una serie de pruebas, como caminar y girar, una prueba de Romberg o ponerse de pie sobre una pierna y colocarse el dedo en la nariz.
El análisis realizado por los investigadores de los frotis bucales, las muestras de sangre y el aliento de los participantes tras utilizar el coche y el simulador no reveló ninguna relación entre la conducción deficiente y el consumo de cannabis.
Los investigadores afirmaron en su estudio: «En el mayor ensayo realizado hasta la fecha con consumidores de cannabis experimentados, no se observó ninguna correlación entre el THC (y los metabolitos/cannabinoides relacionados) en sangre, fluido bucal o aliento y el rendimiento al volante. La falta total de relación entre la concentración del componente centralmente activo del cannabis en sangre, saliva y aliento es una prueba contundente contra el uso de leyes per se para el cannabis».
Estos resultados concuerdan con un metaanálisis reciente según el cual las concentraciones de THC son «predictores relativamente pobres del deterioro inducido por el cannabis».