El pasado mes de agosto, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), junto con la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos recomendaron reclasificar el cannabis de la Lista I a la Lista III de la lista de sustancias controladas. Sin embargo, el informe no se había hecho público hasta ahora.
La publicación del informe es consecuencia de una solicitud de la Ley de Libertad de Información (Freedom of Information Act) presentada por un abogado, Matt Zorn. El informe tiene 252 páginas y destaca las conclusiones de la FDA. Según el análisis de Zorn, la FDA identificó tres criterios clave para reevaluar la lista:
- Bajo potencial de abuso: La FDA determinó que el cannabis tiene un menor potencial de abuso que las drogas o sustancias de la Lista I y II
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- Uso médico reconocido: Tras revisar un gran número de datos, estudios, opiniones de expertos y declaraciones de organizaciones profesionales, la FDA afirmó que la marihuana tiene un uso médico actualmente aceptado en EE.UU. para afecciones específicas, entre las que se incluyen la anorexia, las náuseas y los vómitos (inducidos por quimioterapia) y el dolor
- Baja dependencia física y psicológica: La FDA concluyó que, aunque el cannabis puede causar una dependencia física de moderada a baja, la probabilidad de consecuencias graves es baja, lo que indica que no se produce una alta dependencia psicológica en la mayoría de los consumidores
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Evaluación comparativa de riesgos
El análisis de la FDA comparó la prevalencia y los efectos adversos del cannabis frente a las sustancias de la Lista I, II y III. La agencia descubrió que los riesgos para la salud pública del cannabis son bajos en comparación con otras drogas como la heroína, la cocaína y las benzodiacepinas. El informe señala que «cuando se trata de muertes por sobredosis, el cannabis sigue ocupando el último lugar en la lista de drogas de comparación».
El informe de la FDA confirma el uso médico creíble del cannabis en el tratamiento de la anorexia, las náuseas y el dolor. La agencia evaluó los beneficios potenciales del cannabis para siete indicaciones, entre ellas la ansiedad, la epilepsia, la enfermedad inflamatoria intestinal y el trastorno de estrés postraumático. La conclusión destacó la existencia de pruebas sólidas de la eficacia del cannabis, en particular en el tratamiento de la anorexia relacionada con afecciones médicas, las náuseas y el dolor.
Implicaciones para la clasificación de sustancias controladas
La publicación del informe de la FDA alimentó las expectativas de una acción inminente por parte de la Drug Enforcement Administration (DEA) para trasladar el cannabis de la Lista I a la Lista III. La directiva del presidente Joe Biden de octubre de 2022 para una revisión acelerada de la clasificación del cannabis ha dado un impulso al proceso. Los expertos jurídicos prevén una propuesta de reglamento en un futuro próximo, mientras que el reglamento definitivo se espera para mediados del verano.
Aunque el informe de la FDA ha sido aclamado como un documento exhaustivo y científicamente sólido, algunos sectores se oponen a él. Congresistas republicanos han expresado sus reservas sobre la recomendación de la FDA, alegando una «agenda irresponsable a favor de la marihuana».
La DEA reiteró recientemente que sólo ella tenía potestad para reclasificar, o no, el cannabis.
