El vicegobernador de Texas, Dan Patrick, anunció el miércoles la presentación de un nuevo proyecto de ley en la legislatura estatal para prohibir la venta de «todas las formas de tetrahidrocannabinol (THC) consumible» en todo el estado.
La propuesta está dirigida a la industria del cáñamo, que ha experimentado un rápido crecimiento desde la legalización del cáñamo industrial en el estado en 2019, y ha desatado un acalorado debate entre legisladores, defensores de la industria y expertos en salud pública.
La laguna legal del cáñamo
En 2019, la legislatura de Texas aprobó la House Bill 1325 para legalizar la comercialización de cáñamo y productos de cáñamo. La legislación alineaba Texas con las normas federales y pretendía apoyar la agricultura.
Al igual que en otros estados norteamericanos donde el cannabis aún no es legal, el mercado del cáñamo en Texas ha experimentado un crecimiento explosivo. En abril de 2024, más de 7.000 dispensarios de cáñamo registrados operaban en todo el estado, dando empleo a unos 50.000 tejanos. Un informe de mayo de 2024 del Instituto Baker señaló que las ventas de cannabinoides derivados del cáñamo aumentaron un 1.283% entre 2020 y 2023, generando 2.780 millones de dólares en ingresos el año pasado.
Los productos del mercado mezclan flores de THCa -flores con -0,3% de THC pero altas dosis de THCa, la versión no psicoactiva del THC que se activa cuando se calienta-, gominolas, bebidas y vapes con THC delta-9 o cannabinoides sintéticos como THC delta-8.
El vicegobernador Patrick afirma que estos productos suelen tener un contenido final de THC superior al que suele encontrarse en el cannabis ilícito y plantean graves riesgos para la salud pública, especialmente para los menores.
«Los minoristas se han aprovechado de la Ley Agrícola para vender al público formas de THC no reguladas y potencialmente mortales, y las han hecho fácilmente accesibles», ha declarado Patrick, afirmando que algunos productos tienen concentraciones de THC tres o cuatro veces superiores a las del cannabis que venden los narcotraficantes.
La industria del cáñamo sostiene que muchas de estas preocupaciones son exageradas. Sostiene que productos como el THC delta-8 provocan una intoxicación mínima y que una mayor regulación -no la prohibición- es la solución a los problemas de seguridad.
Se espera que el proyecto de ley 3 del Senado sea llevado por el senador Charles Perry, quien también lideró la legislación del cáñamo en 2019. La legislatura, controlada por los republicanos, volverá a reunirse el 14 de enero para deliberar sobre el proyecto de ley, que Patrick cree que contará con apoyo bipartidista.
You must be logged in to post a comment Login