Inauguración del primer club de cannabis de Alemania

El primer Club Social de Cannabis de Alemania ha sido autorizado oficialmente apenas una semana después de que entrara en vigor la ley que permite este tipo de Clubes.

El primer permiso: un hito

El permiso fue concedido al Club Social Ganderkesee, en Baja Sajonia, por la ministra de Agricultura, Miriam Staudte. La autorización permite a la cooperativa empezar a cultivar cannabis para sus socios. Staudte afirmó que se trata de un «paso histórico para la protección de los consumidores y el cultivo controlado de cannabis en Alemania»

La legalización del cannabis en Alemania para posesión y consumo personal de adultos entró en vigor en abril. Sin embargo, hasta ahora no existía ninguna vía legal para que los particulares obtuvieran cannabis. La creación de clubes de cultivo pretende llenar este vacío ofreciendo un medio de acceso regulado y legal.

Heute habe ich dem #Cannabis Social Club Ganderkesee gemeinsam mit Landwirtschaftskammerpräsident Schwetje eine Anbaugenehmigung überreicht. Ein historischer Schritt für Verbraucherschutz und kontrollierten Cannabis-Anbau in Deutschland. @hanfverband @BriHasselmann @J_Pahlke pic.twitter.com/Zo03fdCpBj

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— Miriam Staudte (@MiriamStaudte) July 8, 2024

Expansión y variaciones regionales

Tras la expedición de la primera licencia, se espera que en las próximas semanas se concedan otras en todo el país. Sin embargo, habrá variaciones regionales. Estados como Baviera han indicado que impondrán restricciones, retrasando la concesión de permisos al menos hasta el otoño.

Los clubes sociales están diseñados para limitar el número de socios a 500 personas cada uno y permitir la venta de 50 gramos de cannabis por persona y mes. Carmen Wegge, miembro del Partido Socialdemócrata (SPD), subrayó la importancia de estos clubes en la lucha contra el mercado negro, afirmando que ofrecen una alternativa viable incluso para quienes no tienen «un pulgar especialmente verde».

Aunque la creación de clubes sociales supone un importante paso adelante, las partes interesadas esperan con impaciencia el plan del Gobierno para el segundo pilar de la ley. Se espera que este plan establezca un modelo de venta comercial más amplio para el cannabis. El ministro de Sanidad, Karl Lauterbach, que ha estado al frente de los esfuerzos de legalización del gobierno, mencionó en diciembre que el plan de ventas comerciales estaba siendo revisado. La legalización ya en marcha ha aumentado la presión sobre el Gobierno para que acelere este proceso.

Cambios legislativos y competencias estatales

Además de autorizar los clubes sociales, los legisladores alemanes aprobaron recientemente una serie de enmiendas a la ley sobre la legalización del cannabis. Estas enmiendas abarcan cuestiones como la conducción bajo los efectos del alcohol y la autoridad del Estado sobre el cultivo de cannabis.

Uno de los cambios más significativos es la introducción de un límite de THC per se para conducir bajo los efectos del alcohol. Esta controvertida legislación establece un umbral de 3,5 ng/ml de THC en la sangre, por encima del cual se considera que los conductores están intoxicados. Los críticos sostienen que este límite no tiene una base científica sólida. Además, la enmienda prohíbe conducir si una persona ha consumido tanto cannabis como alcohol, independientemente de las cantidades de que se trate.

Las enmiendas también otorgan a los estados mayor flexibilidad para imponer restricciones al tamaño de los cultivos. Los gobiernos regionales pueden establecer sus propios límites a la escala del cultivo de cannabis en sus jurisdicciones.

Impacto sobre la protección de los consumidores y el mercado negro

La creación de clubes de cannabis se considera una medida crucial para reforzar la protección de los consumidores y reducir la influencia del mercado negro. Al proporcionar un medio de acceso legal y regulado, estos clubes pretenden socavar el comercio ilegal de cannabis, que a menudo carece de control de calidad y plantea riesgos significativos para los consumidores.

Carmen Wegge destacó el papel de los clubes sociales en la lucha contra el mercado negro, afirmando que ofrecen una alternativa estructurada y segura para obtener cannabis. Este enfoque regulado debería reducir la demanda procedente de fuentes ilegales y contribuir a un mercado del cannabis más controlado y seguro en Alemania, pero sigue estando incompleto sin puntos de venta al por menor y sin la posibilidad de consumir dentro de estos llamados clubes sociales.