Jean-Noël Barrot, Ministro de Asuntos Exteriores, harto del narcotráfico

«Esto debe acabar». El tono es firme y la visión iluminada cuando Jean-Noël Barrot, actualmente de viaje en Colombia, desvela «su ofensiva global contra las drogas», como titula el periódico dominical de extrema derecha.

«El narcotráfico y el crimen organizado que lo acompaña son lacras que afectan a muchos países, entre ellos Francia. Todos los territorios de la República están ahora concernidos», declaró, insistiendo en esta cuestión nacional. Según un informe parlamentario, el tráfico de drogas es responsable del 80-90% de los crímenes violentos -asesinatos e intentos de asesinato-, mientras que 10.000 ingresos hospitalarios al año están directamente relacionados con el consumo de drogas.

La estrategia del Gobierno francés se basa en una nueva ley aprobada en junio de 2025, que crea una unidad interministerial y una fiscalía especializada en la lucha contra el crimen organizado, pero el ministro insiste en la necesidad de atajar el narcotráfico en su origen a través de la cooperación internacional.

Fortalecimiento de las asociaciones regionales

Barrot se encuentra actualmente de gira por América Latina y el Caribe, de donde procede la mayor parte de la cocaína que se consume en Francia. Visitó México, donde firmó un acuerdo marco de cooperación aduanera, y Colombia, donde se produce el 70% de la cocaína mundial. Allí evaluó los resultados de la colaboración con las autoridades colombianas, en particular la marina, y reforzó las capacidades operativas de Francia.

«Estamos decididos a luchar contra todo tipo de tráfico, no sólo el de drogas, que plantea problemas de salud pública para nuestro país, pero también de seguridad para los franceses», declaró Barrot a la AFP desde Puerto Antioquia, puerto caribeño asolado por el cartel del Clan del Golfo.

También explicó que los traficantes han extendido sus actividades a Europa, instalando a veces laboratorios en territorio francés. El enfoque francés combina presión diplomática y sanciones financieras, apuntando a los activos de los jefes de los cárteles y restringiendo su acceso a los mercados europeos.

Una academia regional para luchar contra el crimen organizado

Uno de los elementos centrales del plan es la creación de una academia regional de lucha contra el crimen organizado, cuya apertura está prevista para 2026 en la República Dominicana. La academia formará cada año a 250 investigadores, magistrados, funcionarios de aduanas y analistas financieros de los países socios. Se hace especial hincapié en la cooperación con Colombia, Ecuador y Perú, con el objetivo de reorientar las economías locales del cultivo de coca hacia alternativas legales.

El Sr. Barrot también desveló planes para duplicar la ayuda al desarrollo, de 200 a 400 millones de euros, destinados a proyectos para combatir el blanqueo de dinero y asegurar las infraestructuras de transporte en la región. «Es mucho más barato atajar las causas del narcotráfico que sus consecuencias», afirmó.

Francia también está trabajando activamente en acuerdos de extradición, incluido un nuevo tratado con Colombia para perseguir a los narcotraficantes transfronterizos. A lo largo del próximo año, Barrot tiene previsto firmar otros doce acuerdos con países prioritarios de América Latina y el Caribe en materia de defensa, justicia y cooperación aduanera.

Aunque reconoció las operaciones militares estadounidenses contra los cárteles, Barrot expresó su preocupación por los ataques extraterritoriales.

«Hemos seguido con preocupación los ataques llevados a cabo por Estados Unidos en aguas internacionales, que eluden el derecho internacional y el derecho del mar», declaró. No obstante, Francia está dispuesta a desplegar medios militares en coordinación con las autoridades locales para interceptar embarcaciones de narcotráfico, como han demostrado las recientes operaciones frente a Madère.

El ministro destacó la creciente complejidad de las rutas de la droga, que atraviesan regiones como el Golfo de Guinea, el norte de África y los Balcanes antes de llegar a Europa. Francia se está situando al frente de una coalición continental para hacer frente a estos retos, recurriendo a la diplomacia, la aplicación de la ley y la ayuda al desarrollo.

«El Ministerio francés de Asuntos Exteriores considera que su papel es esencial para proteger a los ciudadanos dentro y fuera del país», concluyó el Sr. Barrot. «Vamos más allá de los gestos simbólicos para avanzar hacia una diplomacia centrada en los resultados y el impacto»

Resultados que 50 años de guerra contra las drogas aún no han logrado. Recientemente, el presidente colombiano instaba al presidente estadounidense a legalizar el cannabis si realmente quería atajar las causas del tráfico.