La American Collegiate Athletic Association (NCAA) ha votado a favor de eliminar el cannabis de su lista de sustancias prohibidas para jugadores de División I, con efecto inmediato.
Cambio en la política de la NCAA: antecedentes y aplicación
La decisión de la NCAA se produce unos cinco meses después de que el Consejo de la División I propusiera el cambio de regla. La política fue adoptada oficialmente el martes, reflejando un creciente consenso de que el cannabis no es una droga para mejorar el rendimiento y debe ser tratada igual que el alcohol. La reforma sigue a un cambio en la política de 2022, que elevó el umbral de THC permitido para los atletas universitarios, alineando las normas de la NCAA con las de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).
Esta norma recién adoptada modifica las políticas de control antidopaje de la NCAA para los campeonatos de deportes estudiantiles y la participación en la postemporada de fútbol americano. Es importante señalar que se aplicará con carácter retroactivo, lo que significa que se eliminarán todas las sanciones a las que están sujetos actualmente los jugadores por delitos relacionados con el cannabis.
Josh Whitman, presidente de la junta, dijo: «El programa de pruebas de drogas de la NCAA está destinado a centrarse en la integridad de la competencia, y los productos de cannabis no ofrecen una ventaja competitiva.»
Prioridad a la salud y el bienestar
La NCAA ha subrayado que su programa de controles antidopaje se centra ahora en la salud y el bienestar de los estudiantes-atletas en lugar de en medidas punitivas. Según una publicación en las redes sociales de la NCAA, «los cannabinoides serán tratados como otras drogas que no mejoran el rendimiento, como el alcohol. Los miembros de la NCAA se centrarán en estrategias de reducción de daños relacionados con el consumo problemático de cannabis, haciendo hincapié en la salud de los estudiantes-atletas.»
El cambio de política sigue una recomendación preliminar realizada el pasado mes de junio por el Comité de la NCAA sobre Salvaguardias Competitivas y Aspectos Médicos del Atletismo (CSMAS). El comité había aconsejado a los tres órganos de gobierno de la NCAA que eliminaran el cannabis de la lista de sustancias prohibidas. Aunque las Divisiones II y III todavía tienen que votar sobre la propuesta, la decisión es un signo de una tendencia más amplia hacia la reevaluación del uso del cannabis en el deporte.
Implicaciones y respuestas más amplias
Esta decisión forma parte de un movimiento más amplio dentro de varias organizaciones deportivas para reevaluar las políticas de pruebas de cannabis en el contexto de la legalización estatal generalizada. Por ejemplo, la NFL y su sindicato de jugadores han acordado poner fin a las suspensiones relacionadas con el consumo de cannabis como parte de un convenio colectivo en 2020. La NFL también ha financiado investigaciones sobre el potencial del CBD como alternativa eficaz a los opioides y explorado sus beneficios terapéuticos para el tratamiento del dolor y la neuroprotección contra las conmociones cerebrales.
Del mismo modo, la Ultimate Fighting Championship (UFC) anunció en diciembre que eliminaba el cannabis de su lista de sustancias prohibidas para los atletas. Sin embargo, a pesar de estas medidas progresistas, siguen existiendo discrepancias a nivel estatal, como la Comisión de Atletismo de California, que impone sanciones por niveles de THC superiores a un determinado límite, en línea con las directrices de la WADA.
Reacciones políticas y sociales
El cambio de política de la NCAA ha provocado diversas reacciones. El congresista Earl Blumenauer (D-OR), copresidente del Congressional Cannabis Caucus, dijo: «Lentamente, con seguridad, América está entrando en razón después de 50 años de una fallida guerra contra las drogas.»
También dijo que la decisión era oportuna ya que Sha’Carri Richardson se clasifica para los Juegos Olímpicos de 2024, una oportunidad que había perdido anteriormente debido a dar positivo por THC.
La reforma de la NCAA reconoce la ineficacia de las políticas anteriores que prohibían, analizaban y penalizaban a los deportistas por consumo de cannabis. Ahora, la organización hace hincapié en un enfoque de reducción de daños, basado en una amplia investigación y en la opinión de expertos, incluidos médicos y expertos en adicciones. Este cambio de política refleja un reconocimiento más amplio de que el consumo de cannabis no proporciona una ventaja competitiva y hace hincapié en la salud general de los deportistas.
Orientaciones futuras
Aunque la decisión de la NCAA representa un paso importante, las discusiones y debates en torno al consumo de cannabis en el deporte continúan. Por ejemplo, la AMA mantiene su prohibición sobre el cannabis, argumentando que el uso por parte de los atletas viola el «espíritu del deporte» y puede potencialmente perjudicar el juicio, planteando riesgos para los demás.
Los activistas han presionado a la AMA para que revise su postura, sobre todo a raíz de casos sonados como la suspensión de Sha’Carri Richardson. La Agencia Estadounidense Antidopaje (USADA), la Casa Blanca y el Presidente Joe Biden han indicado que las normas internacionales sobre el cannabis deberían evolucionar.
En noticias relacionadas, un jugador de la NFL demandó recientemente a la liga y a su antiguo equipo, los Broncos de Denver, por discriminación laboral tras ser multado con más de medio millón de dólares por dar positivo por THC, a pesar de que se le había recetado un cannabinoide sintético.
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