Adoptando una postura firme contra el consumo de cannabis, el gobierno surcoreano ha lanzado una severa advertencia a sus ciudadanos que viajen o vivan en el extranjero: fumar cannabis, incluso en países donde sea legal, puede acarrearles un severo proceso penal a su regreso a Corea.
La directiva forma parte de un esfuerzo más amplio del Ministerio de Justicia para hacer cumplir las leyes nacionales y reducir el consumo de drogas ilegales entre los ciudadanos coreanos.
Consecuencias legales del consumo de cannabis en el extranjero
El pasado lunes, el Ministerio de Justicia señaló que fumar cannabis se considera un delito grave según la legislación coreana. Los ciudadanos coreanos que consuman cannabis en el extranjero, incluso en regiones donde se ha legalizado, se enfrentan a penas de hasta cinco años de prisión a su regreso a Corea del Sur.
En su comunicado, el ministerio afirma: «Ha habido casos en los que ciudadanos coreanos han creído erróneamente que es aceptable fumar marihuana en países donde se ha legalizado». Sin embargo, los ciudadanos coreanos podrían ser duramente castigados en virtud de nuestras leyes nacionales por consumir drogas ilegales en estos países tras su regreso».
En un movimiento proactivo, el Ministerio de Justicia ha anunciado planes para lanzar una campaña de concienciación el mes que viene sobre los riesgos legales del consumo de cannabis. La campaña incluirá nuevos vídeos y carteles ampliamente distribuidos para promover el mensaje de advertencia.
En Corea del Sur, el cannabis medicinal es legal bajo condiciones muy estrictas, tras la aprobación de enmiendas a la Ley de Control de Narcóticos en noviembre de 2018. Esta decisión histórica convirtió a Corea del Sur en el primer país de Asia Oriental en legalizar parcialmente el consumo de cannabis medicinal, aunque en circunstancias muy reguladas y con una lista muy específica de afecciones médicas. La prescripción solo se realiza a través de Epidiolex, Marinol o Sativex tras procedimientos de registro muy complejos caso por caso a través de un organismo gubernamental que facilita el acceso de los pacientes a medicamentos poco comunes.
Una provincia del sur del país, Andong, ha sido designada zona de regulación especial para el cáñamo industrial en 2020. En esta región se podrá cultivar cáñamo para fabricar tejidos, siempre que se obtenga una licencia.
Tendencias mundiales en la legalización del cannabis
La advertencia del gobierno surcoreano llega en un momento en el que un número creciente de países y territorios de todo el mundo están legalizando o despenalizando el uso recreativo del cannabis. Esta tendencia mundial plantea retos únicos para países como Corea del Sur, que mantiene estrictas leyes antidroga.
Recientemente, Alemania se convirtió en el tercer Estado miembro de la UE en legalizar el cannabis recreativo para uso personal, tras Malta y Luxemburgo. Las autoridades alemanas aplicaron esta legalización con el fin de socavar el comercio delictivo de la droga y permitir que las fuerzas policiales se centraran en delitos violentos más graves.
En Tailandia, primer país asiático en despenalizar el cannabis en 2022, existe ahora un movimiento para revertir esta política. El movimiento está impulsado por la creciente preocupación por el consumo indebido y la delincuencia relacionada con las drogas, pero también posiblemente por la presión de los países vecinos.
Estado de la ley sobre el consumo de drogas en Corea
La Corea del Sur tiene leyes sobre drogas entre las más estrictas del mundo, con una política de tolerancia cero hacia la posesión, consumo y distribución de sustancias ilícitas.
La Ley de Control de Estupefacientes establece el marco legal que rige estas actividades y prevé severas penas para las infracciones. La ley clasifica las drogas en varias categorías, incluidos los estupefacientes, los psicotrópicos y el cannabis, cada una de ellas con normas y penas específicas.
Las penas por delitos relacionados con las drogas en Corea del Sur son severas y pueden incluir largas condenas de prisión, fuertes multas y, en algunos casos, la pena de muerte para los delitos más graves relacionados con el tráfico de drogas a gran escala. La severidad de la pena depende de la naturaleza y el alcance del delito:
- Posesión y consumo: quienes sean sorprendidos en posesión o consumo de drogas ilegales pueden ser castigados con penas de hasta 5 años de prisión, además de importantes multas. Los reincidentes y los implicados en el consumo de múltiples sustancias pueden enfrentarse a penas aún más duras.
- Drogas ilegales
- Fabricación y distribución: Las penas por fabricar o distribuir drogas son mucho más duras. Los culpables pueden ser condenados a un mínimo de 5 años de prisión, o incluso a cadena perpetua en caso de operaciones a gran escala. En casos de tráfico internacional o de grandes cantidades de droga, puede imponerse la pena de muerte
Las fuerzas del orden de Corea del Sur son muy proactivas en la lucha contra la delincuencia relacionada con las drogas. El país utiliza estrictos controles fronterizos, inspecciones periódicas y operaciones encubiertas para identificar y detener a los implicados en el tráfico de drogas. El sistema judicial también desempeña un papel crucial, con unidades especializadas dedicadas a perseguir los delitos relacionados con las drogas.
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