Al mismo tiempo, Marruecos está abriendo su mercado a decenas de productos autorizados e intensificando las inspecciones para garantizar un crecimiento sostenible y creíble del sector. Entre el lanzamiento de productos, una regulación más estricta y las ambiciones internacionales, 2025 se presenta como un año crucial para el país.
67 productos a base de cannabis
La Agencia Marroquí de Medicamentos y Productos Sanitarios (AMMPS) ha confirmado que se ha concedido la autorización de comercialización a 67 productos derivados del cannabis, incluidos «26 cosméticos y 41 complementos alimenticios».
La obtención de una autorización de comercialización de la Dirección de Medicamentos y Farmacia (DMP) es obligatoria antes de que cualquier producto pueda comercializarse, ya sea en Marruecos o en el extranjero.
Detrás de estas autorizaciones se esconde un fuerte aumento de los cultivos. Las cifras publicadas por la Agence nationale de régulation des activités relatives au cannabis (ANRAC) muestran que la variedad tradicional «Beldia» ha experimentado un crecimiento espectacular.
En 2025, la superficie dedicada a la Beldia se habrá triplicado hasta alcanzar las 4.400 hectáreas, frente a las 1.400 hectáreas de 2024. Estas tierras se reparten entre Taounate, Chefchaouen y Al Hoceïma, con un total de 4.490 agricultores agrupados en 250 cooperativas.
La expansión no se limita a las variedades locales. Las semillas importadas también han entrado en el circuito legal, y la Office national de sécurité sanitaire des produits alimentaires (ONSSA) ha autorizado el cultivo de 1.340 hectáreas.
En total, la ANRAC ha certificado 7,6 millones de semillas importadas sobre la base de 30 licencias de importación, y ha aprobado 1.717 quintales de semillas Beldia para 112 cooperativas.
Según los datos disponibles, la producción legal en Marruecos alcanzó las 4.082 toneladas de cannabis, con un rendimiento medio de 20 quintales por hectárea. Mientras que la variedad local Beldia produjo unos 17 quintales por hectárea, las variedades importadas alcanzaron una mayor productividad, con una media de 28 quintales por hectárea.
Fortalecimiento del sector
Para garantizar la credibilidad de esta nueva economía, las autoridades marroquíes han reforzado considerablemente los controles. La ANRAC declaró haber realizado 2.202 operaciones de inspección hasta finales de 2024. Entre ellas, controles de cultivos, inspecciones de importación de semillas, controles de exportación, controles de transformación y más de 1.200 inspecciones relacionadas con el transporte, que representan la mayor parte de la actividad de vigilancia.
Pero la agencia también está enviando un mensaje claro a los operadores que no cumplen las normas. En 2025 se retiraron más de 90 licencias por incumplimiento.
Esta línea más estricta pretende eliminar la especulación, hacer cumplir los compromisos y consolidar la confianza entre los agricultores locales y los socios internacionales. Los que incumplen sus obligaciones contractuales, ya sean cooperativas o inversores, son marginados para proteger la imagen y la credibilidad del sector.
Paralelamente al endurecimiento de los controles, Marruecos sigue dando prioridad a los pequeños agricultores, que históricamente formaban parte de la economía informal vinculada al cultivo de cannabis. Sólo en 2025 se concedieron 3.800 nuevas licencias de cultivo, además de 2.900 renovaciones. En la actualidad, más de 4.000 agricultores marroquíes participan en la producción legal, trabajando en cooperativas que facilitan el cumplimiento de las normas y proporcionan acceso a la financiación.
La ANRAC ha definido claramente sus objetivos: «reforzar la estructuración del sector, apoyar mejor a los pequeños agricultores y facilitar el acceso a los mercados nacionales e internacionales.» Los programas de formación, el acceso al capital y la valorización de los productos constituyen el núcleo de este programa, cuyo objetivo es hacer del cannabis una palanca de desarrollo rural y no una economía informal de supervivencia.
De los campos locales a los mercados mundiales
La temporada 2025 también confirmó las ambiciones internacionales de Marruecos. El país lanzó oficialmente sus primeras exportaciones legales de cannabis, con envíos de productos medicinales a Australia y la República Checa.
Al mismo tiempo, Marruecos también está trabajando en una receta nacional de cannabis medicinal. En colaboración con la Ordre National des Médecins, la ANRAC ha preparado un modelo unificado de receta médica. Según los informes, ocho especialidades médicas participan en este proyecto, seis de las cuales ya están listas para su validación.
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