A principios de la década de 2000, mucho antes de que el término «sin disolventes» se convirtiera en garantía de pureza, un joven de la bahía de San Francisco intentaba crear una extracción que nadie hubiera creído posible.
Los extractos negros y marrones que dominaban la escena underground del norte de California no hacían justicia a la planta que él amaba.
«Quería crear algo que se pareciera a los extractos de butano que estaba viendo», recuerda Nicholas Joseph Tanem, más conocido como Nikka T, «pero hecho sólo con hielo y agua».
Este deseo de crear algo más puro, mejor y más fiel a la planta le llevó por un camino que ha ayudado a redefinir la industria moderna de los concentrados de cannabis. Hoy, como fundador de Essential Extracts, Nikka T es una de las figuras más influyentes en el campo de la extracción sin disolventes.
Pero su historia no es lineal: es una mezcla de música, ciencia, activismo y accidentes.
El nacimiento accidental de «sin disolventes»
Cada movimiento tiene su punto de inflexión, y para Nikka, éste surgió del reto de una vendedora. Cuando llevó por primera vez su brillante hachís de agua a un dispensario de Colorado, el personal no sabía qué pensar. Parecía demasiado limpio para ser hachís de burbujas, demasiado bonito para ser otra cosa que extracto de butano.
«Levantó el producto tradicional, oscuro, y me dijo: ‘Si no es BHO, tendrás que buscarle otro nombre'», cuenta Nikka riendo. Aquella noche llamó a un amigo y juntos acuñaron el término «cera sin disolventes». El término se impuso y acabó convirtiéndose en un apelativo universal para los extractos elaborados sin disolventes químicos.
En una industria que se nutre de la innovación y la imitación, pocas palabras han tenido tanta trascendencia cultural y comercial.
Hielo y presión
Los primeros experimentos de Nikka distaban mucho de los sofisticados laboratorios actuales. «Empecé en el cálido y húmedo granero de mi tío», dijo una vez. «Prensábamos la resina con gatos y moldes Era 2009 y la industria del cannabis en Colorado aún estaba en pañales. Los dispensarios apenas estaban regulados y nadie hablaba de retención de terpenos ni de separación mecánica.
En 2010, Essential Extracts se convirtió en la primera empresa de hachís con licencia de Colorado. Usando solo hielo, agua, calor y presión, Nikka replicó la textura y el aspecto visual de los extractos con disolvente. Los resultados fueron revolucionarios: una resina dorada translúcida que ofrecía un sabor puro sin los riesgos asociados a los disolventes residuales.
fresco congelado. Un día, cuando una hilera de plantas de su cultivo entró en floración prematuramente, no tuvo tiempo de tratarlas. En lugar de secarlas, las congeló. El resultado fue asombroso: un hachís más claro y aromático que nunca había visto.
Este experimento dio origen a lo que se convertiría en la norma para el procesamiento sin disolventes. Pero convencer a los cultivadores de que congelaran sus mejores flores no fue fácil. «¿Por qué iba a congelar medio kilo por 4.500 dólares cuando puedo venderlo seco?», preguntaban. Nikka tuvo que convencerles de que el futuro del sabor estaba en el hielo, no en el fuego.
De fabricante de hachís a educador
Con el paso de los años, Essential Extracts creció rápidamente y llegó a estar presente en más de 250 dispensarios de Colorado. Pero a medida que el mercado cambiaba, también lo hacía Nikka. En 2018, había pasado de productor a consultor, viajando por todo el mundo para diseñar laboratorios sin disolventes y formar a nuevos artistas de la extracción.
Enseñó a los operadores a controlar la temperatura y la humedad, evitar la contaminación y construir instalaciones escalables y que cumplieran las normas. Su misión ya no era solo fabricar el mejor hachís, sino también enseñar a otros a respetar este oficio.
«La educación es clave», dijo en una entrevista con Ganjier, donde también es instructor. «Los consumidores tienen que entender cómo se elaboran sus productos y qué es realmente la calidad» Para Nikka, la normalización y la transparencia son los próximos grandes retos del cannabis. «Tenemos que asegurarnos de que todo el mundo habla el mismo idioma», insiste. «Así subiremos el listón»
Un DJ con pasaporte y un porro
El hachís no es la única pasión de Nikka. Cuando no está enseñando o construyendo instalaciones de extracción, está detrás de los platos, mezclando reggae, cumbia, dancehall o hip-hop en festivales de todo el mundo. Para él, la música y el cannabis son dos caras de la misma moneda.
Sus dos carreras se entrelazan a menudo: «A veces soy jurado de un concurso en otro país y me digo: ‘Vale, lo haré, déjame ser DJ o presentador, ponme a trabajar'», cuenta. Es una actividad nacida de la pasión que le ha llevado a todas partes, desde Ámsterdam a Barcelona, pasando por la Terp Basel de Miami.
El próximo capítulo de Extractos Esenciales
En 2024, tras más de una década de influencia en Colorado y California, Essential Extracts hizo su esperado debut en la Costa Este, en Nueva Jersey. Sin inversores externos, solo con Nikka y un asesor cercano, la empresa lanzó una gama de colofonia viva de curado en frío y cartuchos para vapear, combinando una artesanía meticulosa con un diseño dinámico.
A pesar de su éxito, Nikka T desconfía de la autocomplacencia. En su opinión, la industria del cannabis sigue plagada de exceso de regulación, impuestos elevados y una carrera por el beneficio que con demasiada frecuencia deja de lado la artesanía. Pero donde otros ven obstáculos, él ve resistencia creativa.
los productos sin disolventes nunca representarán la mayor parte del mercado», admite, «pero siempre serán los más auténticos. Ahí es donde reside la artesanía
Y después de dos décadas traspasando los límites, desde graneros a laboratorios y escenarios internacionales, sigue guiándose por la misma sencilla misión que lo empezó todo: preservar la autenticidad de la planta.
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