¿Por qué se están instalando tantos bancos de semillas de cannabis europeos en Estados Unidos?

Los bancos de semillas de cannabis europeos centran cada vez más sus esfuerzos en el mercado estadounidense. Aunque siempre han tenido un campo de juego bastante amplio en Europa, ¿qué les está llevando a mirar hacia otros lugares?

Un mercado floreciente para las semillas de cannabis

Según Data Bridge Market Research, se espera que el mercado estadounidense de semillas de cannabis, valorado en 567,76 millones de dólares en 2022, crezca a una tasa de crecimiento anual compuesta (TCAC) del 17,2%, hasta alcanzar los 2.020 millones de dólares en 2030. Este crecimiento se ve impulsado en gran medida por la expansión de la legalización y la creciente popularidad del cultivo casero.

El cultivo doméstico ha pasado de ser una actividad de nicho a convertirse en un importante motor de la industria. Según New Frontier Data, se espera que el mercado del cultivo casero de cannabis alcance casi los 4.000 millones de dólares en 2030, con cultivadores que producirán alrededor de 8 millones de kilos de flor seca al año. La pandemia del COVID-19 ha acelerado aún más esta tendencia, y muchas personas se han pasado al cultivo como afición terapéutica y autosuficiente.

Históricamente, algunos bancos de semillas como Dinafem tuvieron un punto de apoyo estadounidense con Humboldt Seeds.

Pero bancos de semillas como Blimburn Seeds, Royal Queen Seeds (RQS), ILGM o Zamnesia están ahora capitalizando nuevas oportunidades. Blimburn cuenta a Javier Hasse para Forbes que el 90% de sus esfuerzos se centran en el segmento de cultivadores aficionados, mientras que ILGM, que se ha asociado recientemente con Sensi Seeds y Barney’s Farm, ha vendido más de 30 millones de semillas a más de un millón de cultivadores estadounidenses desde su creación en 2012.

Cambios normativos: un cambio de juego

Durante años, el mercado de semillas de cannabis ha operado en una zona gris legal en Estados Unidos. Sin embargo, un fallo crucial de la Drug Enforcement Administration (DEA) aclaró que las semillas de cannabis que contienen menos del 0,3% de THC se consideran cáñamo, haciéndolas legal a nivel federal. La sentencia aportó la claridad necesaria para que los bancos de semillas europeos pudieran entrar en el mercado estadounidense.

«La clasificación de la DEA de las semillas como cáñamo proporciona un marco legal claro para nuestras operaciones en EEUU», explica a Forbes Ernst Rustenhoven, de ILGM. A pesar de esta claridad federal, las empresas siguen enfrentándose a un mosaico de normativas estatales que determinan las leyes relativas a la cultura local. Como señala Shai Ramsahai, presidente de Royal Queen Seeds (RQS), «el cultivo doméstico de cannabis está determinado en gran medida por las leyes estatales, que son todas diferentes entre sí».

Para superar estas dificultades, empresas como Zamnesia, hermana de RQS, han adoptado modelos híbridos que combinan operaciones locales en EE.UU. con importaciones desde Europa. Esta estrategia no sólo garantiza el cumplimiento de las leyes específicas de cada estado, sino que también mejora la logística y la disponibilidad de los productos.

Tendencias culturales y de consumo

La cultura cannábica estadounidense, descrita por el fundador de Blimburn Sergio Martínez como «insuperable», juega un papel importante en el éxito de los bancos de semillas europeos. El énfasis del país en el bienestar, la sostenibilidad y la autosuficiencia encaja perfectamente con los valores de los cultivadores locales. Las encuestas de ILGM revelan que el 41% de los cultivadores caseros citan el alivio del estrés como su principal motivación, mientras que el 66% se sienten más cómodos cultivando cannabis debido a la relajación de las leyes.

Las mujeres también están reconfigurando el mercado: 60% de los cultivadores domésticos se identifican como mujeres. Empresas como RQS y Zamnesia están respondiendo ofreciendo recursos educativos, opciones asequibles y genéticas de alta calidad adaptadas a una amplia gama de cultivadores, desde principiantes a experimentados.

Los bancos de semillas europeos también aportan décadas de experiencia e innovación al mercado estadounidense. Las empresas invierten mucho en investigación genética, produciendo semillas con mejores rendimientos, resistencia a factores de estrés ambiental y perfiles cannabinoides únicos. Por ejemplo, innovaciones como los híbridos F1 – semillas de primera generación diseñadas para un crecimiento uniforme y mayores rendimientos – están ganando popularidad entre los cultivadores estadounidenses.

La producción localizada es otra estrategia clave. Blimburn, por ejemplo, ha establecido un centro de distribución en Nueva York para agilizar la logística y reducir los plazos de entrega. Este planteamiento garantiza la viabilidad de las semillas en diversos climas, al tiempo que tiene en cuenta la normativa específica de cada estado. Del mismo modo, RQS se ha asociado con personalidades de alto nivel, como la marca strong>Tyson 2.0 de Mike Tyson, para ampliar su atractivo y reforzar su compromiso con la genética de alta calidad.