El cannabis sigue siendo la sustancia ilícita más consumida en Europa, con 24 millones de adultos, o el 8,4% de la población de entre 15 y 64 años, que declaran haberla consumido en el último año, según el Informe Europeo sobre Drogas 2025 publicado por la Agencia Europea sobre Drogas (EUDA).
Publicado el 5 de junio, este informe anual ofrece una visión global de las tendencias actuales en materia de drogas en los Estados miembros de la UE, Noruega y Turquía, a partir de datos procedentes de encuestas nacionales y de fuentes policiales.
Francia, España e Italia encabezan la tabla clasificatoria de consumo a lo largo de la vida
El informe saca a relucir las significativas disparidades en el consumo en todo el continente.
Francia tiene el mayor consumo de cannabis a lo largo de la vida entre los adultos de 15 a 65 años, con un 50,4% que declara haberlo consumido al menos una vez. Le sigue España, con un 43,7%, e Italia, con un 34,8%.
La media europea de consumo a lo largo de la vida es del 8,4%, lo que pone de manifiesto las enormes disparidades existentes entre los distintos enfoques culturales del cannabis en Europa.
Aunque el cannabis es ilegal en la mayoría de los países europeos, 4,6 millones de personas declararon consumirlo a diario. Más del 90% de los consumidores afirmaron que su consumo tenía lugar en casa, y el 80% dijo consumirlo en forma de porro, ya fuera de hierba o de resina.
El consumo entre los jóvenes desciende, pero persiste la iniciación temprana
Mientras que el consumo entre los adultos se mantiene estable o en aumento, la situación parece estar cambiando entre los jóvenes. Desde 2003, el porcentaje de jóvenes de 15 a 16 años que declaran haber consumido cannabis el mes anterior ha descendido del 9,7% al 5,7%, y el consumo a lo largo de la vida en este grupo de edad ha bajado del 21% al 13%.
Persiste la iniciación precoz. el 2,6% de los estudiantes encuestados afirmó haber probado el cannabis antes de los 13 años, lo que sugiere que, aunque el consumo general entre los jóvenes está disminuyendo, los esfuerzos de prevención siguen siendo difíciles cuando se trata de una exposición temprana.
Poder y tráfico
El informe llama la atención sobre una tendencia persistente: la potencia creciente de la resina de cannabis.
«Las tendencias indexadas muestran que el contenido medio de THC de la resina casi se duplicó entre 2013 y 2023, mientras que el del cannabis herbáceo se mantuvo prácticamente estable», señala el informe. Este cambio se atribuye en parte a la evolución de las técnicas de producción y a los cambios en las preferencias de los consumidores.
Junto con el aumento de la potencia, las incautaciones de cannabis también han alcanzado niveles récord. En 2023, los Estados miembros de la UE notificaron 259.000 incautaciones de resina por un total de 551 toneladas y 219.000 incautaciones de hierba de cannabis por un total de 201 toneladas.
España, en particular, ha experimentado un fuerte aumento de las incautaciones de hierba desde 2019, lo que sugiere cambios en los flujos de tráfico y en los centros de producción, según el informe.
Según la EUDA, los métodos de tráfico se están diversificando, y ahora el cannabis llega por avión, además de por las rutas tradicionales de contenedores y camiones.
«Desde 2019, el volumen de cannabis incautado ha aumentado significativamente en España», señala el informe, lo que sugiere crecientes vínculos entre Europa y los mercados legales de Canadá, Estados Unidos y Tailandia.
Preocupaciones sanitarias relacionadas con los concentrados y sustitutos de cannabis
El aumento de concentrados como rosin y shatter, junto con la proliferación de cannabinoides semisintéticos como HHC, HHC-P y THCP, está causando una creciente preocupación entre los profesionales de la salud.
A menudo se venden en zonas grises legales, comercializados como alternativas al cannabis, pero sin estar sujetos al mismo control regulador.
«Aunque el conocimiento de los efectos del HHC en humanos es limitado, han surgido preocupaciones a medida que se han publicado estudios, incluidos algunos informes de vínculos con la psicosis», señala el informe.
En la República Checa, el Centro de Información Toxicológica registró más de 170 consultas relacionadas con el HHC entre junio de 2022 y febrero de 2024, de las cuales muchas implicaban a jóvenes que habían consumido comestibles como gominolas.
Una imagen incompleta del consumo y los efectos nocivos
Los autores advierten de que sus cifras pueden subestimar los niveles reales de consumo, dada la legalidad del cannabis en muchos países de la UE. El estigma social y los riesgos legales pueden disuadir a los consumidores de revelar sus hábitos de consumo en las encuestas nacionales.
A medida que se intensifican los debates sobre la legalización del cannabis en Europa, los datos dibujan un panorama complejo: consumo elevado y persistente, patrones cambiantes de producción y tráfico, y riesgos emergentes para la salud pública asociados a los nuevos productos basados en cannabinoides. Una cosa permanece constante: prohibir el cannabis no reduce el consumo y genera peligrosas externalidades negativas para los consumidores y las sociedades.
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