La planta y sus compuestos
Cultivo de tejidos in vitro: ¿el fin de los esquejes de cannabis?
Como cualquier recurso agrícola, el cannabis está sujeto a técnicas de producción y reproducción diseñadas para maximizar el rendimiento y evitar las pérdidas debidas a la contaminación por virus o plagas. Así, pronto será posible prescindir de los esquejes y crear y cultivar cannabis en el laboratorio a partir de células.
Las ventajas del cultivo in vitro
El cultivo de tejidos es, por definición, «el cultivo de células de tejidos vivos en un medio artificial». Es un conjunto de técnicas utilizadas en biotecnología para cultivar plantas en un entorno estéril y crear clones perfectos por micropropagación. El cultivo de tejidos ya se utiliza en la industria alimentaria para modificar genéticamente las plantas y conseguir una producción consistente, lo que podría ser especialmente útil para la industria del cannabis, donde las mismas «cepas» tienen características diferentes según el lugar donde se cultiven. Corresponde a las siguientes técnicas:
- Cultivo de meristemos: En primer lugar, se toman los meristemos de la planta, que son células indiferenciadas de las yemas que pueden dar lugar a todos los tejidos de la planta. La ventaja de los meristemos es que son células libres de virus. Su cultivo in vitro en un entorno esterilizado permite obtener plantas sanas. Incluso es posible sanear una planta contaminada mediante este proceso.
- Propagación in vitro o micropropagación: Tras seleccionar los meristemos, se puede iniciar la clonación y regenerar plantas enteras idénticas a la planta original. La micropropagación permite tener plantas idénticas y sanas, lo que supone una gran ventaja para la comercialización de una variedad.
- Cultivo de embriones inmaduros: La técnica de cultivo de embriones inmaduros acelera el proceso clásico de maduración de las semillas (unos 2 meses). Los embriones se recogen unos días después de la fecundación y no cuando la semilla está madura. Esto permite prescindir del ciclo natural y conseguir varias generaciones al año.
- Rescate de embriones interespecíficos: Esta técnica permite la transferencia de rasgos agronómicos entre diferentes especies o entre especies silvestres y cultivadas. De este modo, es posible seleccionar las características más interesantes de diferentes variedades y fusionarlas en una sola.
- Haplo-diploidización: Esta técnica permite obtener líneas puras, es decir, «estabilizar las combinaciones genéticas favorables obtenidas por selección». Consiste en homogeneizar los cromosomas de las dos especies cruzadas. Normalmente, este proceso requiere numerosas autofecundaciones, pero, gracias a la haplo-diploidización, es posible obtener líneas puras en unos meses, en lugar de 8 a 10 años con el método tradicional.
¿El futuro de la cría?
Todos estos procesos podrían resultar útiles para la industria de la reproducción, que busca crear nuevas variedades de cannabis mediante el cruce de diferentes genéticas. Con el cultivo in vitro, sólo se tarda uno o dos años en propagar y comercializar una nueva variedad, frente a los diez o quince años en el campo o el invernadero. También tiene claras ventajas para la industria, ya que garantiza un producto sano (no contaminado) y estable (que no cambiará sus características).
¿Sustituirá el cultivo in vitro a los esquejes en la producción de cannabis a escala comercial? Es posible porque en lugar de tener una habitación llena de plantas madre de las que sacar esquejes, puedes almacenar toda tu genética en una estantería y recrear una planta a la carta a partir de fragmentos. Esto ahorra mucho tiempo, espacio y energía, pero requiere conocimientos y recursos científicos especializados: necesitas un laboratorio, un entorno controlado con aire limpio, una cámara e instrumentos esterilizados para evitar la contaminación. En cualquier caso, el cultivo de tejidos está resultando muy prometedor para los productores que se dedican a la investigación genética, ya que permite la creación de nuevas variedades en un tiempo récord.
Darkest Shade of Grey Labs (DSG Labs) tuvo la idea de desarrollar técnicas de cultivo in vitro de cannabis y desde entonces ha estado desarrollando una plataforma científica sobre conservación genética, identificación y erradicación de patógenos, secuenciación genética y micropropagación de cannabis en cultivo de tejidos. Potentes herramientas para la cría. Según Chris, de DSG Labs: «El cultivo de tejidos tiene multitud de aplicaciones interesantes para el cannabis. «No tengo ninguna duda de que estos métodos serán adoptados por muchos cultivadores de todo el mundo en los próximos años», añadió en una entrevista con High Times.