Casi un año después de poner el pie en las exportaciones de cannabis, Colombia mete la segunda pata. El Gobierno acaba de publicar la Resolución nº 539, para autorizar a los cannabicultores colombianos a exportar semillas, plantas e incluso flores secas. Algunas empresas ya están en los bloques de salida, listas para enviar su producción a todo el mundo.
En concreto, los colombianos podrán exportar «semillas para siembra, compuestos vegetales, plantas vivas de cannabis, cannabis, derivados de cannabis y productos terminados».Este cannabis podrá ser «psicoactivo» o «no psicoactivo». Podrán enviarlo «desde el territorio nacional a cualquier parte del mundo, una vez cumplimentadas las autorizaciones necesarias», señala el artículo 21.
Una aclaración crucial: este cannabis tendrá que ser utilizado «con fines médicos o científicos». Por tanto, las empresas colombianas podrán dirigirse a países que hayan legalizado el cannabis medicinal. Es el caso de muchos estados americanos, pero también de algunos países europeos como Alemania o el Reino Unido.
Exportaciones a Alemania en pocos meses
Antes de poner sus productos en un barco, los productores tendrán que cumplir unas normas muy estrictas. En primer lugar, necesitan la luz verde de la VUCE, el organismo gubernamental responsable del comercio exterior. En segundo lugar, deben obtener un sello del Ministerio de Comercio Exterior.
En este país, donde el clima es ideal para el cultivo de cannabis, las empresas están casi listas. Clever Leaves, por ejemplo, anuncia que exportará sus primeras flores de cannabis con alto contenido de THC en el tercer trimestre de 2022. «Nos hemos venido preparando para el cambio de regulación que planea el Gobierno colombiano, ahora esperamos abastecer de flores a nuestros mercados en 2022″, se alegra su jefe Andrés Fajardo, con El Tiempo.
La empresa ya planea exportar a Alemania, en concreto a través de su filial presente en Hamburgo. En el diario Infobae, Clever Leaves anuncia también que es la primera empresa colombiana en obtener el sello Buenas Prácticas Médicas (BPM), exigido para vender medicamentos.