El 4 de abril debería haberse celebrado una reunión ministerial, pero las posiciones no alineadas del gobierno y el descontento social pudieron más. Por ello se aplazó a una fecha posterior. Sin embargo, el objetivo de esta segunda reunión sobre el tema era seguir perfilando la futura regulación de la venta de flores CBD en Francia.
El escenario lleva mucho tiempo circulando en la mente de la gente y, sin embargo, nunca ha sido solicitado oficialmente por los estancos. No por altruismo, sino porque un producto del tabaco está muy gravado y, por tanto, es menos rentable. Mientras que el CBD es, por el momento, más interesante que un paquete de cigarrillos en términos de impuestos.
Sin embargo, según nuestras informaciones, la MILDECA está trabajando en un drástico endurecimiento del mercado de las flores de CBD para otorgarles potencialmente el monopolio.
La idea subyacente es introducir un impuesto especial sobre la venta de flores de cáñamo y autorizar un único canal de distribución: los estancos. La producción seguiría confiándose a «agricultores activos», como ya se especifica en la Orden de 30 de diciembre de 2021, que tendrían que celebrar contratos de producción con fabricantes autorizados, en el sentido aduanero del término.
Al ser contactada, la MILDECA no confirmó que estuviera trabajando en el tema. Sin embargo, publicó el pasado mes de diciembre en un comunicado que «proseguía su reflexión para prevenir estos riesgos desarrollando un marco reglamentario adecuado para la comercialización de estas flores y hojas crudas». Pero como suele ocurrir con la MILDECA, la comunicación es complicada.
Philippe Glory, vicepresidente de la Confederación de estanqueros y encargado de los trabajos sobre el CBD, confirma que la MILDECA está en proceso de «redacción de un texto». La Confederación no está invitada a la mesa de trabajo, ya que está obligada a asistir a una reunión interministerial, y no pide la exclusividad de venta.
«Puede que se hable de impuestos especiales, pero eso no significa que estén reservados a los estancos», nos dice Philippe Glory. En Luxemburgo y Bélgica, los impuestos especiales rondan el 30%, al que hay que añadir el IVA.
«Es vago, no hay nada por escrito», afirma. Insiste en la necesidad de «ofrecer un buen servicio y calidad, lo que no siempre ha sido el caso de algunos de nuestros colegas cuando empezaron a comercializar CBD».
En el plano político, nos pusimos en contacto con Ludovic Mendes, diputado de Renaissance que organiza una conferencia sobre el cannabis medicinal y el CBD en la Asamblea Nacional el próximo jueves. Él tampoco está al tanto de estas reuniones, aunque esto no le sorprende.
«Siempre es lo mismo. Trabajan a puerta cerrada y luego presentan un texto»
Lo mismo ocurre con el Syndicat Professionnel du Chanvre. Aurélien Delecroix, su presidente, no está al corriente de los trabajos de la MILDECA ni de las pistas previstas. Sin embargo, imagina fácilmente que la misión interministerial aún tiene en la garganta la bofetada de diciembre de 2022 y no querrá necesariamente incluir a las asociaciones del cáñamo tras la decisión del Consejo de Estado.
¿Qué calendario para este proyecto? Una de las ideas que se barajan es incluirlo en el plan de financiación de 2024 (PLFSS) para que empiece a aplicarse el 1 de enero de 2024. Entonces sólo quedaría aprobar un decreto para precisar todas las «reglas». ¿Y cerrar todas las tiendas de CBD en Francia y en el resto del mundo a riesgo de desarrollar un mercado negro de CBD?
