Dope As Yola ha conseguido lo que muchos creían imposible: convertirse en el primer YouTuber centrado en el cannabis en superar los 2 millones de suscriptores en la plataforma.
Con la mayoría de sus contenidos marcados, restringidos u ocultos por el algoritmo de YouTube, Thomas Araujo, más conocido como Dope As Yola, ha desafiado los pronósticos en un ecosistema que penaliza sistemáticamente a los creadores relacionados con el cannabis. A pesar de las repetidas prohibiciones y desmonetizaciones, Yola ha alcanzado este hito sin patrocinadores ni campañas promocionales, únicamente a través de sus historias y su autenticidad.
Prohibido, pero no silenciado
El éxito de Yola va en contra de las estructuras que suelen dictar la visibilidad en YouTube. Sus vídeos son a menudo baneados, lo que hace que sean difíciles de encontrar, incluso con una búsqueda directa. Su canal ha sido borrado, sus posts bloqueados y la monetización desactivada. A pesar de todo, su número de suscriptores no ha dejado de crecer, casi exclusivamente gracias a su alcance orgánico y al apoyo de la comunidad.
«¡El primer weedtuber en alcanzar los 2 millones de suscriptores! Me encanta esta comunidad. He respondido a más de 2 millones de comentarios. Borraron mi canal, bloquearon mis vídeos… y aun así me ayudasteis a crecer», escribió Araujo en Instagram, celebrando el momento con la humildad que le caracteriza.
Para celebrar el logro, Yola organizó un livestream, compartiendo porros y anécdotas con sus seguidores en tiempo real.
La autenticidad como estrategia
En un espacio en el que los contenidos relacionados con el cannabis son habitualmente censurados, la estrategia de Yola es sencilla: ser él mismo. Nada de títulos subidos de tono ni imágenes sobreproducidas. Sus vídeos, que van desde narraciones a sesiones de fumada, son crudos, improvisados e innegablemente personales.
Más que buscar la viralidad, ha generado confianza. Y esa confianza se ha convertido en su moneda de cambio. Como lo describió uno de sus colaboradores en un mensaje publicado para celebrar su éxito: «Yola no es un personaje. Es un tipo que habla de sus errores, de sus éxitos, de sus locuras, de sus momentos oscuros, pero también de sus momentos brillantes. Y lo hace con una risa en la voz que no se puede comprar ni aprender
Esta mezcla de vulnerabilidad y humor se ha convertido en la seña de identidad de Dope As Yola, que probablemente resuene entre sus espectadores.
Más allá de YouTube: la construcción de un imperio independiente
Aunque YouTube sigue siendo su principal plataforma, la influencia de Yola va mucho más allá de los contenidos de vídeo. Su podcast, Dope As Usual, se encuentra entre los podcasts sobre cannabis más escuchados del mundo y cuenta con invitados de todos los orígenes culturales. Cada episodio explora en profundidad no sólo temas relacionados con el cannabis, sino también temas más amplios como la resiliencia, la creatividad y la lucha por el éxito.
Su marca de ropa, Push Trees, ha tenido mucho éxito en la calle, con productos vendidos en tiendas como Zumiez, tradicionalmente ajenas al mundo del cannabis. La marca transmite la misma filosofía que su contenido: auténtico, sin filtrar y local.
Todo empezó en un entorno modesto: un dormitorio, una cámara y un porro. Es esta historia la que sigue resonando entre sus seguidores, sobre todo entre aquellos que se sienten invisibles o tergiversados por los relatos de los principales medios de comunicación sobre el cannabis.
¿Quién es Dope As Yola?
Nacido como Thomas Araujo, Dope As Yola creció en California y comenzó a crear contenidos a principios de la década de 2010. Inspirado inicialmente por el estilo narrativo de los primeros YouTubers y vloggers de hip-hop, Yola se ha hecho un hueco en la emergente subcultura del «weedtube», un espacio digital donde consumidores y defensores del cannabis pueden compartir sus historias, opiniones y experiencias.
Rápidamente se dio a conocer por su habilidad para mezclar humor y honestidad, combinando intensas historias personales con desenfadadas sesiones de fumada. Su estilo narrativo se compara a menudo con el de los cómicos: desarmante, franco y profundamente accesible.
Con los años, Yola se ha convertido no solo en un creador de contenidos, sino también en la voz de una generación de consumidores de cannabis que crecieron durante la prohibición y ahora navegan por un panorama más legal.
¿Qué es lo próximo para Dope As Yola?
Yola ha dejado claro que no tiene intención de bajar el ritmo. Tiene planeados más vídeos, más episodios de podcast en producción y su compromiso con sus fans, a través de livestreams, merchandising y redes sociales, sigue siendo el centro de su enfoque.
Lo más sorprendente es que este hito no sólo lo ha celebrado con sus seguidores, sino que lo ha co-creado con ellos. La comunidad no se limitó a ver subir a Yola, sino que la levantó.
«Me habéis visto crecer. Y yo os he visto crecer a vosotros también», dijo a sus seguidores durante su livestream de celebración.