Como en 2024, el cannabis medicinal está ausente del PLFSS. A diferencia de 2024, ¿qué diputados serán capaces de presentar una enmienda en Comisión para incorporarlo a un plan de financiación ultracorto?
De Caribdis a Escila
Sería un eufemismo decir que la legalización del cannabis medicinal en Francia no está creando ninguna tracción política. Mientras que el diputado Oliver Véran había llevado a su nivel la necesidad de experimentar con el circuito de distribución de cannabis medicinal, él fue el responsable de conseguir que el experimento se incluyera en el PLFSS 2020, un requisito previo para su financiación.
Una vez aprobado, el experimento sufrió un primer retraso: la Dirección General de Sanidad bloqueó la publicación del decreto necesario para que el experimento saliera adelante.
5 meses después, el decreto fue finalmente publicado y dio paso a un exiguo experimento: 3.000 pacientes que no habían respondido al tratamiento podrían ser incluidos y recibir productos suministrados gratuitamente por las empresas participantes, al tiempo que se descartaba cualquier posibilidad de producir estos tratamientos a nivel nacional.
El experimento se pondrá en marcha finalmente en marzo de 2021, con 2 meses de retraso sobre el calendario anunciado, para una duración inicial de 2 años. Se prorrogará un año más, sin motivo justificado, estando todas las luces en verde tras las diferentes revisiones realizadas sobre el experimento. En esta primera prórroga, los productos ya no se suministran gratuitamente y las empresas han podido cobrar, no sin dificultades y tras negociaciones entre bastidores a veces bruscas y con la amenaza de no poder seguir suministrando a los pacientes un tratamiento que les convenía y al que estaban acostumbrados.
Vuelve a repetirse este año, con la DGS culpando a la no legalización del cannabis de la disolución. Todavía entre bastidores, la DGS y Mildeca están poniendo el freno por razones oscuras. Así que la legalización del cannabis medicinal aún no es una realidad. El experimento necesita ahora encontrar financiación para seguir tratando a los pacientes incluidos, de ahí la importancia de su inclusión en el PFLSS.
Su ausencia puede subsanarse con una enmienda debatida en comisión. Pero con un presupuesto limitado y poco entusiasmo político por el tema, ¿qué diputado podrá apoyarla?
¿Y qué ocurre si los pacientes dejan de recibir tratamiento? ¿Es realmente posible la falta de continuidad asistencial en Francia en 2024?
Los obstáculos son políticos, pero también las esperanzas. Pero los pacientes tendrán que esperar.
