El Instituto Federal de Agricultura y Alimentación (BLE) ha bloqueado el proyecto piloto para la venta legal de cannabis en Fráncfort. El proyecto, presentado en diciembre de 2024, preveía un periodo de cinco años y la venta de cannabis y sus productos en tiendas especializadas reservadas a mayores de edad registrados.
Las autoridades municipales anunciaron el martes que se había presentado un recurso contra el rechazo.
Interpretación jurídica cuestionada
El BLE justificó su rechazo citando la ley del cannabis vigente, que interpretó que no amparaba los proyectos piloto regionales y de duración limitada. Según la agencia, cualquier proyecto de este tipo requeriría un nuevo proceso legislativo a nivel federal.
La política verde Elke Voitl, responsable de asuntos sociales y salud en la ciudad de Fráncfort, rebatió enérgicamente esta interpretación, insistiendo en que en Alemania el cannabis ya no se considera una droga ilegal, sino un producto regulado, comparable al alcohol o al tabaco.
«Con este estudio queremos examinar científicamente cómo cambia el comportamiento de los consumidores en materia de salud cuando pueden comprar su cannabis legalmente en una tienda especializada», dijo. Añadió que rechazar el proyecto beneficiaría a «dogmáticos e ideólogos, pero no a una política sanitaria sólida y basada en pruebas».
El proyecto piloto de Frankfurt se había diseñado con estrictos criterios de participación. Sólo podían participar los adultos que vivieran en la ciudad y gozaran de buena salud. Quedaban excluidos del plan los menores, las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, así como las personas con problemas de salud mental.
A los participantes se les habría permitido comprar hasta 50 gramos de cannabis al mes, y habrían tenido que someterse a encuestas obligatorias, exámenes médicos y discusiones de grupo para controlar sus hábitos de consumo y sus resultados en materia de salud.
Investigación y socios industriales
La empresa berlinesa Sanity Group fue seleccionada para gestionar las tiendas especializadas, como ya hace en un proyecto piloto similar en Suiza. La supervisión científica del estudio corrió a cargo de Heino Stöver, investigador especializado en adicciones y antiguo profesor de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Fráncfort.
Sanity Group se sumó inmediatamente al llamamiento contra el rechazo, argumentando que las opciones legales existentes, como el cultivo casero y los clubes de cannabis, son insuficientes para satisfacer la demanda.
«El cultivo casero y los clubes de cannabis por sí solos no pueden seguir satisfaciendo la demanda en Alemania; simplemente no son suficientes como fuentes legales de suministro», señaló la compañía en un comunicado.
Según Sanity Group, al rechazar los canales minoristas regulados se corre el riesgo de que los consumidores dependan del mercado ilegal, lo que socava los objetivos del nuevo marco regulador del cannabis en Alemania.
La decisión del BLE también afecta a Hannover, que había presentado una solicitud similar para un proyecto de investigación sobre el cannabis. Ambas ciudades consideran que estos proyectos piloto son esenciales para recopilar datos sobre la salud pública, el comportamiento de los consumidores y el impacto de la venta regulada de cannabis en el mercado negro.
Para Fráncfort, la batalla no ha terminado. La ciudad y sus socios siguen decididos a desafiar el rechazo, enmarcando la cuestión como una elección entre una política basada en pruebas y la vacilación política.
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