El Gobierno argentino de Javier Milei, presidido por la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, ha anunciado su intención de revocar todos los permisos concedidos para el cultivo de cannabis medicinal.
En un reciente comunicado, Bullrich acusó directamente a los cultivadores de cannabis registrados bajo el Registro del Programa Cannabis (REPROCANN) de alimentar el mercado ilegal de cannabis.
«La droga que llegue a Gran Buenos Aires vendrá sin duda en parte de afuera, pero gran parte también se debe a lo que ellos han hecho. Nosotros aprobamos la ley de cannabis medicinal. Registraron a 300.000 personas que podían cultivar cannabis medicinal. Sabés cuántos de ellos ya fueron desviados al mercado ilegal de drogas? 90.000″, dijo en una entrevista con Radio Mitre, según informó La Nación.
Sin embargo, no se aportaron datos oficiales que avalen estas cifras.
Contradicciones del Gobierno
Mientras las declaraciones de Bullrich sugieren una abolición rotunda de REPROCANN, el vocero presidencial Manuel Adorni intentó suavizar el impacto, presentando la medida como una «reformulación» y no como un cierre total.
«El REPROCANN (…) se ha desviado claramente de su (…) objetivo inicial, que era efectivamente el cannabis medicinal y no un desvío hacia el tráfico de drogas a pequeña escala«, dijo Adorni en una conferencia de prensa en la Casa Rosada.
A pesar de las declaraciones de Adorni, juristas han expresado su preocupación sobre la constitucionalidad de revocar los registros sin aprobación legislativa. Juan Palomino, experto en la ley del cannabis, advirtió que una decisión ejecutiva de esta magnitud podría derivar en una ola de demandas judiciales.
«Revocar todos los registros sin pasar por el Congreso sería un exceso del poder regulador del Ejecutivo», explicó.
Impacto sobre los pacientes y la industria del cannabis medicinal
El marco del cannabis medicinal en Argentina, que se ha ido ampliando paulatinamente desde 2017, ha permitido que pacientes con afecciones como epilepsia, dolor crónico y esclerosis múltiple puedan cultivar o comprar tratamientos a base de cannabis de forma legal. Ante la inminente cancelación de REPROCANN, miles de estos pacientes se enfrentan a la incertidumbre.
«El cierre de REPROCANN podría empujar a miles de pacientes al mercado ilegal, produciendo el efecto contrario al que el ministro dice estar combatiendo», dijo el Dr. Alexis Engel, cirujano con un diploma de postgrado en cannabis, destacando las consecuencias no deseadas de la represión del gobierno.
Más allá de los pacientes, la industria del cannabis medicinal en Argentina también se enfrenta a turbulencias. La Agencia Nacional de Regulación de la Industria del Cáñamo y Cannabis Medicinal, creada en 2022 para supervisar las actividades legales relacionadas con el cannabis, podría encontrarse en un limbo normativo. Las empresas dedicadas al cultivo, la investigación y la distribución de productos derivados del cannabis podrían ver sus actividades paralizadas o significativamente alteradas.
¿Un arma política?
La retórica de Bullrich se ha encontrado con la resistencia de activistas cannábicos y profesionales del sector, que la acusan de utilizar el debate sobre el cannabis medicinal como arma política. Ivana de @welegal.arg, una conocida defensora del cannabis, respondió directamente a la ministra en un vídeo: «No me imagino a Pablo Escobar preocupándose por si le aprueban el proceso REPROCANN.»
También criticó a Bullrich por llamar al cannabis medicinal una «droga disfrazada de medicina», argumentando que los beneficios terapéuticos del cannabis están bien documentados.
«Está equiparando a un traficante de drogas con alguien que necesita cannabis para vivir mejor y utilizando una causa noble para atacar a su oposición, trivializando el acceso a la medicina», añadió.
¿Un cambio en la política de drogas con Milei?
La posición del presidente Javier Milei sobre la regulación del cannabis sigue siendo algo ambigua. Milei ha expresado anteriormente su apoyo a la legalización de las drogas, argumentando que el consumo es una elección personal en la que el Estado no tiene por qué intervenir. Sin embargo, la decisión de su administración de desmantelar REPROCANN indica un cambio de línea.
Bullrich reforzó esta posición estableciendo comparaciones entre el mercado de cannabis de Argentina y el sistema regulado de Uruguay.
«El THC -la sustancia que te cambia la neurología– es de 18% en Argentina, mientras que el que está legalizado en Uruguay se acepta en 2%[ndlr: Esto es obviamente falso, Llega al 20%]. Es como una soja transgénica«, dijo en una entrevista televisiva.
Estos comentarios contrastan con el consenso científico de que los niveles de THC por sí solos no determinan el riesgo o el impacto del consumo de cannabis. Sus críticos creen que sus declaraciones reflejan una falta de comprensión de la ciencia del cannabis y de las políticas de reducción de daños.
Los próximos pasos del Gobierno siguen sin estar claros. ¿Habrá una reforma gradual para cerrar las lagunas legales, o miles de pacientes y cultivadores registrados se encontrarán de repente con una criminalización? Lo que es seguro es que la decisión ha sumido al sector del cannabis medicinal argentino en la incertidumbre, suscitando preocupaciones sobre el acceso al tratamiento, la seguridad jurídica y el futuro de la regulación del cannabis en el país.