A finales de diciembre, el Presidente Joe Biden publicó una proclama ampliando su iniciativa de clemencia del cannabis. La iniciativa se basa en los esfuerzos de clemencia del año pasado, cuyo objetivo era abordar las disparidades raciales y mitigar el impacto de los antecedentes penales en la vida de las personas. Aunque loable, la iniciativa ampliada está bajo escrutinio por sus limitaciones y cláusulas excluyentes.
Contexto de estas amnistías
La Iniciativa de Indulto del Cannabis del Presidente Biden, lanzada originalmente en octubre de 2022, tiene como objetivo abordar los efectos negativos de las condenas por cannabis en el acceso de las personas al empleo, la vivienda y la educación. El Presidente subrayó la necesidad de corregir las repercusiones sociales del «enfoque fallido» de la guerra contra las drogas.
Biden declaró: «Los antecedentes penales por consumo y posesión de cannabis han impuesto barreras innecesarias […]. Demasiadas vidas han dado un vuelco debido a nuestro enfoque fallido del cannabis. Es hora de corregir esos errores».
La reciente proclamación amplía el ámbito de aplicación del indulto a los condenados por posesión de cannabis en propiedad federal, una ampliación significativa respecto a la iniciativa anterior. El indulto abarca ahora los delitos federales y los cometidos en Washington D.C. por «posesión simple de marihuana, intento de posesión simple de marihuana o consumo de marihuana», incluso para delitos cometidos después del indulto inicial en octubre de 2022.
Joe Biden también conmutó las penas de 11 personas que cumplían largas condenas por delitos relacionados con las drogas.
Sin embargo, es crucial señalar que ciertos grupos siguen excluidos de la iniciativa. Según Marijuana Moment, el indulto no se aplica a los no ciudadanos presentes ilegalmente en EEUU en el momento del delito, a los implicados en la distribución de cannabis o a los acusados de conducir bajo los efectos del cannabis.
Además, la iniciativa no se ha traducido en la liberación de ningún preso, lo que ha suscitado críticas sobre su eficacia a la hora de abordar problemas sistémicos. Aunque los indultos presidenciales representan un perdón formal, no equivalen a una eliminación, ya que dejan a las personas con antecedentes sellados en lugar de eliminados.
Llamamiento a la acción a nivel estatal
En su reciente declaración, Joe Biden hizo un llamamiento a los gobernadores y líderes locales para que adopten medidas similares para combatir las condenas relacionadas con el cannabis. El presidente reiteró: «Al igual que nadie debería estar en una prisión federal únicamente por consumo o posesión de marihuana, tampoco nadie debería estar en una prisión local o estatal por ese motivo.»
Aunque la iniciativa del Presidente Biden de ampliar el indulto del cannabis es un paso hacia la solución de las injusticias asociadas a las condenas por posesión de cannabis, aún queda trabajo por hacer. Las limitaciones y exclusiones que contienen los indultos ponen de relieve la complejidad de la reforma de la política de drogas. Los defensores de los derechos humanos siguen reclamando mayores medidas, como la legalización federal del cannabis medicinal y la despenalización, para lograr un enfoque más integral y equitativo de los delitos relacionados con el cannabis.
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