A raíz de una pregunta de un diputado en la que se preguntaba «¿cuándo piensa el Gobierno legalizar el cannabis para uso medicinal en España, dotando a los pacientes de los mismos derechos y garantías de los que ya disfrutan miles de pacientes en otros países de nuestro entorno?», el Ministerio de Sanidad se mostró reticente a recomendar su uso generalizado y confirmó que seguirá esta línea en los próximos meses.
El Ministerio de Sanidad español subrayó que «actualmente en España no se ha establecido ningún programa para el uso médico del cannabis» y que la decisión de crear programas específicos en España «se tomará, si es necesario, sopesando las evidencias que existen sobre su eficacia terapéutica y los efectos nocivos del consumo de cannabis», aunque sin fijar un plazo para iniciar posibles estudios.
En la respuesta parlamentaria, el gobierno justifica su posición afirmando que, en todo el mundo, «la eficacia terapéutica y la seguridad del cannabis están actualmente en estudio y todavía no hay ninguna decisión al respecto». En particular, el ministerio menciona un estudio del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías de diciembre de 2018 que destacó «la necesidad de más investigaciones farmacológicas y toxicológicas preclínicas y de ensayos clínicos adecuados» .
Por otra parte, el Ministerio recuerda que «el uso del cannabis no está exento de riesgos», en particular por sus «efectos psicoactivos que motivan su uso recreativo» y que «motivan su inclusión en las listas de sustancias controladas como estupefaciente».
Además, el Ministerio de Sanidad español defiende que «el uso terapéutico del cannabis debe estar sujeto a normas y garantías de calidad, seguridad y eficacia como el resto de los medicamentos». A este respecto, subraya que «debe establecerse a partir de pruebas científicas sobre su calidad, seguridad y eficacia para usos médicos, obtenidas mediante ensayos clínicos controlados».
Aunque el cannabis medicinal no está extendido en España, el Sativex y el Epidiolex están disponibles para la espasticidad en la esclerosis múltiple y la epilepsia infantil, y el dronabinol para las náuseas y los vómitos relacionados con los tratamientos del cáncer. Los clubes sociales de cannabis y el autocultivo también están permitidos y suelen ser la vía de acceso al cannabis para los españoles con uso médico.