En un documento de 90 páginas titulado «La OFAST y las fuerzas de seguridad interior asignadas a la lucha contra el tráfico de drogas», el Tribunal de Cuentas examinó el enfoque de Francia en materia de lucha contra el narcotráfico.
El informe analiza la magnitud y el desarrollo del tráfico de drogas en Francia, examinando las pautas de consumo, las rutas de tráfico y la sofisticación de las redes delictivas. Destaca los crecientes riesgos asociados a los estupefacientes, como el aumento de la violencia, la corrupción y la aparición de sustancias más peligrosas, y trata de formular recomendaciones para mejorar la actuación de la OFAST y otros cuerpos de seguridad en su lucha contra la droga.
¿Qué dice el documento?
El informe constata que Francia es un objetivo privilegiado del narcotráfico debido a su situación geográfica cercana a los grandes centros de producción (América Latina, Magreb, Norte de Europa) y a sus importantes infraestructuras de transporte.
El país sirve de mercado de consumo, zona de tránsito y centro de redistribución. El auge de las drogas sintéticas y los estupefacientes ha exacerbado la amenaza, ya que las drogas siguen siendo asequibles a pesar de sus mayores niveles de pureza.
El cannabis sigue dominando
el cannabis sigue siendo la droga ilegal más consumida en Francia, con casi 18 millones de personas que han experimentado con ella y 1,3 millones de consumidores habituales en 2023. Su consumo ha seguido creciendo, con una tasa de experimentación entre los adultos que ha pasado del 12,7% en 1992 al 50,4% en 2023, lo que significa que uno de cada dos adultos ha experimentado con esta sustancia. Aunque el consumo entre los jóvenes de 17 años ha disminuido ligeramente, el consumo de cannabis sigue estando muy extendido entre los grupos de edad más jóvenes, ya que más del 30% de los jóvenes de 17 años lo han probado.
El mercado del cannabis está floreciendo, con un valor estimado de 1.200 millones de euros en 2020, lo que supone un aumento del 72% entre 2010 y 2017. Este crecimiento se debe a los cambios en los patrones de consumo, la aparición de productos de cannabis más potentes y la creciente prevalencia del cultivo doméstico. La potencia de los productos cannábicos ha aumentado significativamente, y los niveles de THC (tetrahidrocannabinol) en la resina incautada se han más que duplicado en la última década.
Cambios en el consumo y la distribución
El mercado del cannabis ha pasado de los puntos de venta tradicionales (por ejemplo, los vendedores callejeros o ‘outlets’) a sistemas en línea y basados en la entrega a domicilio, similares a las plataformas comerciales tradicionales, que permiten a los consumidores comprar cannabis discretamente y recibirlo directamente en sus casas. Esto ha facilitado la normalización de la compra de cannabis en todas las clases sociales y zonas geográficas, ampliando su alcance a zonas rurales donde antes el acceso era limitado.
Tendencias de cultivo y producción
El cultivo nacional de cannabis sigue estando muy extendido, en parte debido a la interrupción de las cadenas de suministro internacionales durante la pandemia de COVID-19. Aunque las importaciones tradicionales de Marruecos (resina) y España (hierba) siguen siendo dominantes, la producción local está cada vez más a la orden del día, sobre todo en las zonas rurales. El aumento de los cultivos de interior y a pequeña escala refleja la creciente accesibilidad de la tecnología de cultivo de cannabis y la tendencia hacia la autosuficiencia de los consumidores.
El informe también destaca los riesgos potenciales de explotación de los mercados legales de cannabis por parte de las redes del crimen organizado. Mientras otros países europeos avanzan hacia la legalización, Francia se mantiene vigilante para evitar que los actores ilícitos se infiltren en estos mercados emergentes (nota de la redacción: confiándoles por tanto el 100% del mercado negro en Francia)
Otras tendencias de la droga en Francia
Aunque el cannabis domina el panorama de las drogas en Francia, el consumo de otras sustancias también ha aumentado considerablemente:
- Cocaína: El consumo se ha triplicado entre 2005 y 2023, con una estimación de 600.000 consumidores en 2022. La cocaína ya no se considera una droga «de lujo», ya que su precio ha bajado mientras que su pureza ha aumentado
- Drogas sintéticas: La aparición de nuevas sustancias psicoactivas (NPS) sigue planteando problemas a las fuerzas de seguridad, ya que estas drogas son baratas, potentes y fáciles de distribuir en línea
El tráfico de drogas se ha vuelto más sofisticado, y los traficantes aprovechan la tecnología, las redes de distribución descentralizadas y las asociaciones internacionales para ampliar su alcance. El cannabis, en particular, se está beneficiando de esta profesionalización debido a su gran demanda y alta rentabilidad.
El papel de OFAST en la lucha contra la droga
Creada en 2020 para sustituir a OCRTIS, OFAST pretendía dejar atrás los errores garrafales de su anterior jefee y centralizar y reforzar la lucha antidroga de Francia. La agencia duplicó su personal y aumentó su presupuesto en un 51%.
Coordina las acciones nacionales e internacionales, centrándose especialmente en la inteligencia y la colaboración operativa a través de sus unidades regionales y departamentales (CROSS). Sin embargo, siguen existiendo retos en términos de coordinación interinstitucional y de integración efectiva de los distintos recursos policiales.
A pesar de las importantes inversiones, el informe destaca varios obstáculos:
- Falta de medidas coordinadas: No existen indicadores unificados para medir la contribución de la policía, la gendarmería y las aduanas a la lucha contra el narcotráfico
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- Limitada atención al blanqueo de dinero: Los esfuerzos para combatir el aspecto financiero de la delincuencia relacionada con las drogas están poco desarrollados, con muy pocos investigadores especializados
- Expansión del tráfico de drogas a las zonas rurales: Anteriormente concentrado en los centros urbanos, el tráfico de drogas se extiende ahora al 79% de los municipios franceses, incluidas las zonas rurales.
- Necesidades de cooperación internacional: La globalización del tráfico de drogas requiere asociaciones internacionales más sólidas
Recomendaciones del informe
El informe insta al Gobierno francés a:
- Formalizar una nueva estrategia en materia de drogas que se base en el plan de 2019 y aborde las tendencias actuales
- Mejorar la recopilación de datos y la coordinación entre todas las fuerzas del orden
- Fortalecer los recursos tecnológicos y formativos de las unidades de ciberdelincuencia y delincuencia financiera
- Segurar los puntos de entrada vulnerables, en particular los puertos y centros de transporte, contra el tráfico
El informe concluye finalmente que, aunque los servicios de lucha han incrementado su actividad, produciendo un aumento de las incautaciones de droga y mejoras operativas, la rápida evolución del narcotráfico requiere una respuesta más coordinada y adaptable.
El cannabis sigue siendo un foco de atención, tanto por ser la droga más consumida como por reflejar la evolución más general del mercado de la droga en Francia. En opinión del Tribunal, para hacer frente a estos retos será necesaria una estrategia nacional sólida, similar a los esfuerzos antiterroristas, apoyada por una mejora de la inteligencia, la coordinación entre organismos y las asociaciones internacionales.