Los ministros franceses de Interior y Justicia han presentado hoy su estrategia de lucha contra la delincuencia organizada y el narcotráfico.
Didier Migaud calificó la delincuencia organizada de «amenaza en expansión» que perjudica a inocentes y a la cohesión social, e insistió en la necesidad de dar una respuesta contundente. Su plan, inspirado en gran medida en un reciente informe del Senado, se articula en torno a una serie de acciones inmediatas, seguidas de reformas legislativas que, según ellos, crearán un «frente unido» en la lucha contra el crimen organizado y permitirán ganar por fin la «guerra contra la droga».
Primera fase: acciones inmediatas de prevención, persecución y protección
La primera fase del plan incluye una serie de acciones inmediatas dirigidas a la delincuencia desde múltiples ángulos. El plan incluye una campaña de concienciación pública destinada a sensibilizar a los 5 millones de consumidores de drogas ilegales en Francia sobre los vínculos entre el consumo de drogas y la violencia y la explotación de la delincuencia organizada.
Piden que se endurezcan las multas y se mejore la recuperación, que tiene dificultades para superar hoy el 35%, para los consumidores de drogas sorprendidos consumiendo drogas en público y que se redoblen los esfuerzos para prevenir la corrupción en los sectores público y privado. El plan anticorrupción recientemente anunciado, que se pondrá en marcha en colaboración con la Agencia Francesa de Lucha contra la Corrupción (AFA), pretende cerrar los puntos de acceso que la delincuencia organizada podría tener dentro de las empresas y organismos administrativos.
El plan antidroga también se centra en la mejora de las capacidades de investigación. En él se pide un mayor despliegue de herramientas forenses digitales y un mayor énfasis en las investigaciones financieras.
«Las redes delictivas no se detienen en las fronteras», subrayó Didier Migaud, haciendo un llamamiento a reforzar las asociaciones internacionales, especialmente en los países que sirven de fuente al narcotráfico.
El Sr. Migaud anunció el nombramiento de un magistrado de enlace en Colombia para reforzar la cooperación internacional. En Europa, está intensificando sus esfuerzos con la incorporación de un cuarto magistrado a la Representación Permanente de Francia ante la Unión Europea, con el objetivo de crear finalmente un escudo judicial europeo contra la delincuencia organizada.
Las actuaciones judiciales se basarán en una estructura racionalizada y bien coordinada, centrada en una unidad nacional de coordinación para los casos de delincuencia organizada y en el aumento del número de equipos de fiscales, especialmente en regiones de gran impacto como Marsella.
Este enfoque unificado permitirá a los fiscales locales trabajar en estrecha colaboración con los equipos nacionales y regionales, mientras que los sistemas de intercambio de datos y la gestión centralizada de la información garantizarán una tramitación eficaz y colaborativa de los casos.
Segunda fase: reformas legislativas para un cambio duradero
Aunque las medidas inmediatas constituyen la espina dorsal del plan, el Ministerio de Justicia reconoce la necesidad de cambios legales más permanentes, que espera que sean aprobados por el Parlamento en los próximos meses. Entre las reformas propuestas figura un nuevo marco de apoyo a los traficantes «arrepentidos», que incluye penas de incentivo para quienes ayuden a hacer cumplir la ley. La propuesta de Didier Migaud también aboga por un refuerzo de las capacidades de investigación en casos de delincuencia organizada, en particular mediante la extensión de determinadas prácticas de interrogatorio utilizadas actualmente en casos de terrorismo a las investigaciones sobre delincuencia organizada.
En el plano judicial, Justicia pretende ampliar los tribunales penales especializados a los casos de delincuencia organizada, con el fin de minimizar el riesgo de intimidación de los jurados. También propone ampliar el delito de «asociación de malhechores» al asesinato y crear un nuevo conjunto de normas para procesar a los menores de más de 16 años implicados en actividades delictivas graves.
Apoyo a las víctimas y endurecimiento de las penas
Didier Migaud subrayó la importancia de no olvidar a las víctimas de la delincuencia organizada. El ministro de Justicia anunció la creación de una misión especial encabezada por el Delegado Interministerial de Apoyo a las Víctimas (DIAV) para evaluar las necesidades específicas de las víctimas en las regiones afectadas por la delincuencia.
De acuerdo con el principio de «quitar a los delincuentes y devolver a las víctimas», el Sr. Migaud subrayó la importancia de incautar y confiscar bienes. En su opinión, los bienes de los delincuentes deben reasignarse a apoyar a los afectados por la delincuencia organizada, una política que ha permitido incautar una propiedad en Marsella a un traficante y utilizarla para proporcionar viviendas a las víctimas en 2023.
Por último, el Ministro de Justicia propuso medidas para prevenir la delincuencia en las cárceles, como la introducción de sistemas de detección para vigilar a los reclusos de alto riesgo y el despliegue de zonas de contención especializadas para limitar su influencia.
Las recientes mejoras de seguridad en la prisión de Baumettes (Marsella), que incluyen sistemas antidrones y dispositivos de interferencia de móviles, son ejemplos del enfoque específico para limitar la influencia de la delincuencia organizada, incluso dentro de las prisiones.
Una respuesta común… pero similar a la de los últimos 50 años
¿Lo harán mejor Retailleau y Migaud que sus predecesores? Sus adversarios políticos lo dudan, y la historia les da la razón.
En un artículo de opinión publicado en Huff, varios políticos socialistas abogan por un enfoque holístico, sugiriendo la creación de una fiscalía nacional antidroga similar a la división antiterrorista, así como un mayor apoyo a la policía judicial (PJ), que ha demostrado su eficacia en la lucha contra el crimen organizado y el terrorismo.
También proponen reforzar el papel de la Oficina Antidroga (Ofast), crear una estrategia nacional unificada y reforzar la protección de la juventud para evitar que los menores vulnerables sean explotados por las redes criminales.
Pero también reclaman un enfoque maduro y matizado de la política de drogas, que reconozca los distintos usos y promueva al mismo tiempo un consumo responsable. Con la legalización y despenalización del cannabis cada vez más extendida en Europa, Francia se encuentra en un momento crucial para abordar los problemas relacionados con esta droga con un enfoque equilibrado que integre estrategias policiales, de servicios sociales y sanitarias, en lugar de basarse únicamente en medidas represivas.
En efecto, una vez más se ha olvidado el aspecto sanitario del consumo de drogas, ya que el Ministro de Sanidad no participa en este plan de lucha contra los estupefacientes que, si da resultados, difícilmente desestabilizará de raíz un negocio de 5.000 millones de euros sólo en Francia.
