Kentucky se prepara para lanzar su programa de cannabis medicinal

A pocas semanas de la apertura del primer dispensario de cannabis medicinal, el gobernador Andy Beshear ha confirmado que el primer emplazamiento, ubicado en el condado de Ohio, debería estar ofreciendo productos «en las próximas dos semanas», marcando el inicio del acceso legal de los pacientes en el estado desde que aprobó la ley en 2023.

Decenas de miles de pacientes ya certificados

Incluso antes de que los productos lleguen a las estanterías, el interés de los residentes ya se ha disparado. Según el gobernador, más de 23.000 residentes de Kentucky ya han obtenido su certificación electrónica para participar en el programa. Entre ellos hay más de 1.700 personas con síntomas de cáncer y más de 15.000 con dolor crónico.

Una de las principales motivaciones del estado para promover el acceso al cannabis medicinal: ofrecer una opción más segura que los opiáceos para el tratamiento del dolor a largo plazo, un reto constante en muchas comunidades rurales y de los Apalaches. Para los funcionarios estatales, esta convergencia de necesidades de salud pública e intereses de los pacientes refuerza la urgencia de poner en marcha el programa de forma efectiva.

Por parte de la industria, Kentucky ha pasado de la planificación a la producción activa. Los reguladores estatales han aprobado a 16 cultivadores, 48 dispensarios y seis laboratorios de análisis, poniendo en marcha la infraestructura para una distribución estatal conforme a las normas. Más de 500 profesionales sanitarios están ya certificados para recomendar cannabis medicinal.

Los inspectores de la Oficina de Cannabis Medicinal han visitado instalaciones en todo el estado, confirmando que varios cultivadores ya han cosechado producto que actualmente está siendo sometido a pruebas de laboratorio.

A principios de este año, el estado alcanzó un hito simbólico cuando un cultivador autorizado produjo el primer lote legal de cannabis medicinal de la historia moderna de Kentucky. El gobernador saludó el logro como un hito para los pacientes y una base para la futura producción regulada.

Promoción federal y retrasos entre bastidores

Aunque el estado está en la cúspide, los funcionarios reconocen que la implementación ha sido más lenta de lo esperado. En respuesta, Beshear firmó este año un decreto por el que se eximía del pago de las tasas de renovación a los pacientes certificados, de modo que no se les cobraría hasta que abrieran los dispensarios. Otro decreto, ya en vigor, protege a los pacientes que cumplan los requisitos y compren cannabis medicinal legalmente en otros estados.

El gobernador también ha adoptado una postura proactiva a nivel federal. Ha enviado cartas a la Casa Blanca y a la DEA instando a los responsables políticos a proseguir los esfuerzos de reclasificación que trasladarían el cannabis de la Clase I a la Clase III bajo la ley federal, argumentando que tal reforma apoyaría a los pacientes, reduciría la presión del mercado ilícito y promovería la investigación.