La cantidad de cannabis incautada en los aeropuertos del Reino Unido ha aumentado drásticamente en los últimos meses, triplicándose respecto a años anteriores.
Según la National Crime Agency (NCA), esta alarmante tendencia es el resultado de los crecientes intentos de introducir cannabis de contrabando en el país, impulsados por una combinación de sobreproducción en zonas donde se ha legalizado el cannabis y el atractivo de obtener sustanciosos beneficios en el Reino Unido.
Un problema creciente
Solo en 2024, se interceptaron alrededor de 15 toneladas de cannabis en los aeropuertos del Reino Unido, en marcado contraste con las 5 toneladas incautadas a lo largo de 2023 y las 2 toneladas de 2022. La NCA informa de un aumento correspondiente en las detenciones: 136 sospechosos fueron detenidos en 2023, pero esta cifra aumentó a 378 en los primeros ocho meses de 2024. Los contrabandistas utilizan cantidades cada vez mayores y métodos más sofisticados para eludir la detección.
Algunos casos ilustran la gravedad del problema. Por ejemplo, en mayo de 2024, un ciudadano español llamado Fernando Mayans Fuster fue detenido en el aeropuerto de Manchester con 158 kg de cannabis repartidos en ocho maletas. Tras su detención, fue condenado a tres años y cuatro meses de prisión por el Tribunal de la Corona de Manchester.
En agosto, se descubrió en el aeropuerto de Birmingham la cantidad récord de 510 kg de cannabis en 28 maletas, en ruta desde Tailandia vía París. El incidente condujo a la detención de once personas, que actualmente se encuentran en libertad bajo fianza a la espera de que prosiga la investigación.
Rutas y delincuencia organizada
La NCA ha identificado países específicos como las principales fuentes de contrabando de cannabis en el Reino Unido. Casi la mitad de los detenidos este año procedían de Tailandia, otros de Canadá y de Estados Unidos. Esta tendencia indica que las bandas criminales organizadas aprovechan la mayor calidad y legalidad del cannabis en estas regiones para comercializarlo en el Reino Unido.
James Babbage, Director General de Amenazas de la NCA, destacó el importante papel desempeñado por la delincuencia organizada en esta escalada.
«Las bandas pueden obtener beneficios considerables vendiendo y pasando de contrabando al Reino Unido cannabis percibido como de alta calidad y cultivado legalmente en EE.UU., Canadá y Tailandia», afirmó.
Estas redes delictivas no sólo se benefician del exceso de oferta en los mercados legalizados, sino que también explotan a personas vulnerables para que actúen como correos, prometiéndoles grandes sumas de dinero, a veces hasta 10.000 libras por viaje. Sin embargo, muchos de estos traficantes de personas son engañados sobre las posibles consecuencias de sus acciones. A menudo se les dice que no se arriesgan más que a una multa si les pillan, pero la realidad es mucho más oscura.
La pena máxima por importar cannabis al Reino Unido es de 14 años de prisión, un hecho que desconocen o minimizan quienes reclutan a las mulas.
El Sr. Babbage añadió: «En algunos casos no se sabe si las mulas conocían las penas que implicaban, pero en la mayoría de los casos actuaban en nombre de bandas criminales organizadas.»
El significativo aumento de las incautaciones de cannabis suscita serias dudas sobre la eficacia de las medidas actuales de lucha contra el contrabando de drogas. También pone de relieve la importancia de concienciar a la población sobre las consecuencias legales de estas actividades. La NCA ha lanzado una advertencia a quienes puedan sentirse tentados por el señuelo del dinero fácil, instándoles a considerar cuidadosamente los riesgos que ello implica.
«Instamos a cualquiera que se acerque al contrabando a que piense muy detenidamente en las posibles consecuencias de sus actos y en los riesgos que entrañan», declaró el Sr. Babbage. La posibilidad de una pena de prisión que cambie tu vida, así como las graves repercusiones legales y personales, hacen del contrabando de cannabis en el Reino Unido, o en cualquier otro lugar, un negocio peligroso.