La DEA prohíbe ciertos neocannabinoides

La Drug Enforcement Administration (DEA) afirma que dos cannabinoides que han aparecido en diversos productos vendidos en EEUU no cumplen la definición federal de cáñamo legal y, por tanto, se consideran sustancias controladas ilegales.

Cuando se le preguntó por la situación legal del delta-8 THC-O y del delta-9 THC-O, dos acetatos de éster del THC, la DEA afirmó que ambos cannabinoides «no se dan de forma natural en la planta de cannabis y sólo pueden obtenerse sintéticamente, por lo que no se ajustan a la definición de cáñamo».

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«Delta-9-THCO y delta-8-THCO son tetrahidrocannabinoles con estructuras químicas y actividades farmacológicas similares a las que contiene la planta de cannabis», señala la carta de Terrence L. Boos, jefe de la Sección de Evaluación de Drogas y Sustancias Químicas de la DEA.

Un nuevo mercado para los cannabinoides menores

Desde que la Ley Agrícola de 2018 legalizó el cáñamo que contenía hasta un 0,3% de THC delta-9 en peso seco, el mercado de los cannabinoides naturales y sintéticos ha crecido en Estados Unidos y, en particular, en los estados que aún no han legalizado el cannabis.

Aunque hay muchos cannabinoides nuevos, uno de los más conocidos es el THC delta-8, que puede producirse sintéticamente a partir del CBD pero que también está presente en cantidades ínfimas en la planta de cannabis. Muchos estados se han esforzado por regular este producto, que, a diferencia del CBD, tiene efectos intoxicantes.

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Los funcionarios de la DEA han indicado que los productos con THC delta-8 no son sustancias controladas siempre que se extraigan de la planta natural y no se sinteticen.

Un tribunal federal de apelaciones, por su parte, dictaminó el año pasado que el delta-8 no está controlado porque la Ley de Sustancias Controladas (CSA) habla explícitamente sólo del THC delta-9 de origen natural y porque la ley federal define el cáñamo como «cualquier parte» de la planta de cannabis, incluidos «todos los derivados, extractos, [y] cannabinoides» que contenga menos de un 0,3% de THC delta-9 en peso.

¿Qué pasa con el THC-O?

El análisis de la DEA concluyó que, a diferencia del delta-9 THC y delta-8 THC, el THC-O no es un cannabinoide natural. Como sólo puede producirse sintéticamente, está prohibida a nivel federal. La cuestión no se plantea en Francia donde sólo es legal el delta-9-THC.

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«Aunque la última declaración de la DEA no aclara el estatus legal de todos los nuevos cannabinoides derivados del cáñamo, sí deja claro que la DEA cree que el Delta-9 THCO y el Delta-8 THCO son sustancias controladas», dijo Michelle Bodian, socia del bufete de abogados Vicente Sederberg en Marijuana Moment.

«Esperemos que el Congreso pronto tome medidas para abordar la legalidad de todos los cannabinoides derivados del cáñamo para que la industria no se quede con un mosaico de leyes, reglamentos, políticas y ahora cartas.»

Organizaciones de defensa como NORML han advertido contra el uso de estos cannabinoides menos conocidos y no regulados.

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La asociación estadounidense cree que el mosaico normativo y la confusión resultante para los consumidores y el mercado podrían resolverse eficazmente si se levantara la prohibición federal del cannabis y se diera a la gente la opción de consumir productos de cannabis natural, eliminando la demanda de estos neocannabinoides sintéticos, sobre todo en los estados donde el cannabis sigue siendo ilegal.

«Ya sean sintéticos o naturales, los cannabinoides psicoactivos deben regularse de forma responsable para proteger la salud y la seguridad públicas», declaró a Marijuana Momen Aaron Smith, director general de la Asociación Nacional de la Industria del Cannabis (NCIA).

«La única forma de lograr con éxito este objetivo es acabar de una vez con la prohibición nacional, aprobar normativas sensatas a nivel federal y permitir que las leyes estatales sobre el cannabis sigan funcionando en todo el país.»

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