La divisiva disputa legal italiana sobre flores de cáñamo y CBD llega en un momento crucial, que también ha vivido Francia.
El Consejo de Estado italiano ha remitido el litigio al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), insinuando el final de varios años de incertidumbre para el sector. La remisión plantea la cuestión de la conformidad de las medidas nacionales que restringen las inflorescencias del cáñamo con el Derecho de la Unión Europea, en particular en lo que se refiere a la libre circulación de productos agrícolas.
El asunto se refiere al Decreto de Seguridad y al Decreto Ministerial italianos, que consideran estupefacientes las flores, hojas, aceites y resinas de cáñamo certificadas, incluso cuando su contenido de THC está por debajo de los umbrales legales.
Al remitir el caso a Luxemburgo, el Conseil d’Etat reconoció que estas normas podrían entrar en contradicción con la normativa europea, haciéndose eco del precedente sentado por la sentencia Kanavape, en la que el TJUE determinó que el CBD no era un estupefaciente y no podía ser bloqueado por los Estados miembros si se comercializaba legalmente en otros lugares de la Unión.
Lo que está en juego desde el punto de vista jurídico y económico
Esta decisión podría tener repercusiones a escala europea, al determinar si el marco restrictivo de Italia viola los principios de libre circulación de mercancías, competencia y proporcionalidad del Derecho europeo.
Según el abogado Giacomo Bulleri, que sigue el caso, la sentencia del TJUE «probablemente tendrá efectos en toda la UE y será un paso importante hacia la armonización del sector». Añade que la sentencia podría conducir a la suspensión de las medidas coercitivas en curso, ofreciendo un respiro temporal a los operadores que se enfrentan a procedimientos penales o administrativos.
Para los agentes del sector, es mucho lo que está en juego. El sector italiano del cáñamo emplea a unas 15.000 personas y genera un volumen de negocios anual estimado en 500 millones de euros.
Mattia Cusani, presidenta de Canapa Sativa Italia, describió la remisión como un «paso decisivo», subrayando que el TJUE aclarará si está justificado apuntar sólo a las inflorescencias cuando la legislación europea no distingue entre las diferentes partes de la planta y los niveles de THC son mínimos. «Para las empresas y los comercios, esto significa una perspectiva concreta de seguridad jurídica y protección de la cadena de suministro», señaló.
Años de turbulencias normativas
La remisión al TJUE pone fin a una década de lucha marcada por los reveses legislativos y los desafíos jurídicos. En 2023, el Tribunal Administrativo Regional del Lacio (TAR) anuló partes de un decreto ministerial que restringía las flores y hojas de cáñamo, alegando falta de justificación científica. El gobierno de Meloni recurrió, lo que finalmente llevó al Consejo de Estado a solicitar una sentencia europea.
Italia ha intentado en repetidas ocasiones clasificar el cáñamo como planta medicinal, restringiendo su cultivo y comercio a semillas y fibras. Estas restricciones han generado confusión y disputas legales que han perturbado el crecimiento del sector. Francesco Mirizzi, director general de la Asociación Europea del Cáñamo Industrial (EIHA), señaló que la industria «ha pagado el precio en costes legales, incautaciones de productos e incertidumbre», agravando el impacto de las políticas nacionales incoherentes.
En el centro del recurso ante el TJUE se encuentran dos cuestiones: ¿incumple el decreto de seguridad italiano la ley italiana sobre el cáñamo de 2016 al tratar todas las flores de cáñamo como estupefacientes, y violan estas restricciones las normas de la UE sobre productos agrícolas y libertades de mercado?
El Consejo de Estado se basó en el principio de que la legislación de la UE «no hace distinción entre las diferentes partes de la planta», lo que sugiere que las prohibiciones nacionales de las inflorescencias podrían ser incompatibles con las normas del mercado único de la UE.
Mirizzi subrayó que, aunque la política suele retrasar las aclaraciones normativas, la sentencia del TJUE acabará configurando la interpretación de la legislación sobre el cáñamo en todos los Estados miembros.
Hacia la seguridad jurídica
Con esta remisión, los operadores y minoristas italianos esperan una decisión histórica que podría finalmente armonizar las normas nacionales con las de la UE.
La decisión del TJUE determinará si las flores, hojas, aceites y resinas de cáñamo con un contenido de THC inferior al 0,3% son legales en toda la Unión, poniendo fin a años de inseguridad jurídica.
Como señaló Bulleri, «la batalla final para el sector del cáñamo está en el horizonte», marcando un momento crucial para una de las industrias agrícolas más controvertidas de Europa.
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