Los europeos ya consumían drogas psicodélicas en la Edad de Bronce

Los arqueólogos e historiadores llevan mucho tiempo sospechando que los habitantes de la Europa de la Edad de Bronce consumían sustancias psicoactivas, pero ahora disponen de pruebas científicas irrefutables.

Y todo gracias a varias hebras diminutas de cabello humano encontradas impecablemente conservadas en un enterramiento de 3.000 años de antigüedad en España. Los investigadores descubrieron que el cabello contenía restos de tres alcaloides diferentes conocidos por provocar estados alterados de conciencia.

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«Es increíble», afirma Rafael Mico, catedrático de Prehistoria Arqueológica de la Universidad Autónoma de Barcelona. «Es la primera prueba directa en Europa del consumo [de drogas psicodélicas]»

Mico es coautor de un nuevo estudio que describe los hallazgos, publicado este mes en la revista Scientific Reports.

La muestra de pelo en la que se identificaron diferentes psicodélicos

Un nuevo análisis de un descubrimiento de hace décadas

Según Mico, se trata de un descubrimiento que lleva décadas gestándose. Todo comenzó a mediados de la década de 1990, con el descubrimiento de una cueva en Menorca, una isla frente a la costa este de España. La cueva, llamada Es Càrritx, contenía los restos de unas 200 personas de la Edad de Bronce.

Según Mico, algunas de estas personas tenían el pelo teñido de rojo. Se encontraron mechones de pelo dentro de cajas tubulares decoradas hechas de madera y astas. Los hallazgos arqueológicos del interior de la cueva estaban excepcionalmente bien conservados, ya que la abertura de la cueva llevaba mucho tiempo cerrada por escombros derrumbados.

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«Es un milagro que hayamos encontrado estos mechones de pelo en condiciones muy, muy especiales», dijo Mico.

Según Mico, los análisis iniciales de las muestras de pelo no aportaron gran cosa a los investigadores. Pero con el tiempo, la ciencia mejoró, así que volvieron a intentarlo. Esta vez, encontraron pruebas de tres compuestos que pueden producirse a partir de plantas autóctonas: los alucinógenos atropina y escopolamina, y el estimulante efedrina.

Plantas como la mandrágora (Mandragora autumnalis), el beleño (Hyoscyamus albus), la datura y la efedra son las fuentes probables de estas distintas sustancias.

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Los tres compuestos se utilizan en la medicina moderna con fines muy diversos, como la atropina para combatir el envenenamiento por agentes nerviosos, la escopolamina para tratar el mareo y la efedrina para reducir la presión sanguínea durante la anestesia.

El análisis sugiere que la persona a la que pertenecía el cabello había consumido regularmente estos compuestos psicoactivos durante al menos un año antes de su muerte.

No es la primera vez que se descubre que los pueblos de la Edad de Bronce de la actual Europa consumían drogas, al igual que los habitantes de la Mesoamérica precolombina. Pero las investigaciones anteriores eran más circunstanciales: por ejemplo, hallazgos arqueológicos de lo que parecían ser pipas para fumar.

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«Por eso es importante conservar los restos arqueológicos en buen estado para poder analizarlos en el futuro», afirma Mico.

Una de las salas de la Cueva Psicodélica

¿Por qué se drogaban?

Es imposible saber con certeza cómo consumían estas antiguas culturas las drogas que alteraban la mente, pero Mico afirma que el motivo debió de ser muy diferente al modo en que consumimos psicodélicos hoy en día.

«En nuestra sociedad, tomamos drogas probablemente para escapar, para olvidarnos de situaciones desagradables o embarazosas. Pero creemos que en el pasado, en Menorca, las drogas sólo eran utilizadas por ciertos individuos para cumplir este papel social específico (….)», dijo. «Nuestra hipótesis es que estas personas eran una especie de chamanes»

Estos chamanes, según Mico, habrían actuado como una especie de «intermediarios» entre la vida real y cotidiana y «otra percepción, otro estado mental».

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