Los pen vapes y otros dispositivos para vaporizar extractos de cannabis -más comúnmente destilado – han ganado popularidad como una alternativa cómoda y potencialmente más segura a los métodos tradicionales de combustión.
Nuevas investigaciones están poniendo de relieve los peligros ocultos de este método de consumo. Además de los metales pesados que pueden desprenderse de los dispositivos utilizados para consumir, existe una gran preocupación por la presencia de partículas metálicas tóxicas en los líquidos para vaporizar cannabis, incluso antes de que se caliente el dispositivo.
La prevalencia de la contaminación metálica
El estudio, presentado por Andrew Waye y su equipo en la reunión de primavera de la Sociedad Americana de Química, revela resultados alarmantes sobre la contaminación de los «líquidos» para vapear cannabis. A diferencia de los vaporizadores de nicotina, que han sido objeto de un mayor escrutinio, los vaporizadores de cannabis han permanecido relativamente inexplorados hasta hace poco. La investigación llevada a cabo por Waye y sus colegas de la Oficina de Ciencia y Vigilancia del Cannabis del Ministerio de Sanidad canadiense pretende colmar esta laguna de conocimiento crucial.
El equipo de Waye descubrió niveles preocupantes de contaminación metálica en extractos de cannabis procedentes de vape pen legales e ilegales. Estos contaminantes, entre los que se incluyen el níquel, el cromo y el plomo, suponen graves riesgos para la salud de los consumidores.
Algunas muestras ilegales contenían niveles de plomo que multiplicaban por 100 los límites aceptables. Y lo que es aún más alarmante, esta contaminación se detectó en vape pen sin usar que tenían menos de 6 meses. Procedería, por tanto, del propio dispositivo y no del proceso de calentamiento. El estudio no precisa si los extractos se analizaron antes de introducirlos en los cartuchos para vapear.
Los niveles de contaminación metálica también variaban dentro de un mismo lote.
El tamaño de las partículas metálicas detectadas es otro motivo de preocupación. Utilizando técnicas avanzadas de imagen, los investigadores identificaron partículas de tamaño nanométrico en los líquidos para vapear cannabis. Estas partículas, caracterizadas por su alta reactividad, pueden ser muy nocivas cuando se inhalan en los pulmones.
De cara al futuro, los investigadores pretenden determinar en qué medida se transmiten las partículas metálicas en los aerosoles del vaping -el vapor liberado e inhalado- cuando se utiliza el dispositivo. Este paso será crucial para evaluar las consecuencias para la salud pública de la contaminación por metales en los vaporizadores de cannabis.
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