Dos legisladores de Pensilvania, Rick Krajewski y Dan Frankel, han esbozado un nuevo plan para legalizar el cannabis recreativo en el estado, con el fin de abordar cuestiones de justicia social, generar ingresos públicos y garantizar la seguridad pública.
Pensilvania sigue siendo uno de los últimos estados de su región en prohibir el cannabis, a pesar del creciente apoyo público y de los esfuerzos de legalización en los estados vecinos.
Un impulso para acabar con la prohibición del cannabis
Krajewski y Frankel, ambos representantes demócratas, dieron a conocer un memorando de copatrocinadores en el que califican a Pensilvania de «excepción» en lo que respecta a la política sobre el cannabis. Señalan que la prohibición ha fracasado, ya que los habitantes de Pensilvania ya acceden al cannabis a través de estados vecinos, productos no regulados o el mercado ilícito.
«La prohibición es una política fracasada con consecuencias significativas para nuestra Commonwealth«, afirman en su memorándum, destacando la necesidad de un cambio.
Los legisladores afirman que la prohibición del cannabis ha perjudicado de forma desproporcionada a las comunidades negras, ha aumentado el consumo de productos peligrosos y ha privado al Estado de millones de dólares en ingresos potenciales.
Tienen la intención de presentar la legislación en la sesión de 2025, aprovechando las lecciones aprendidas de los éxitos y fracasos de otros estados en la legalización del cannabis.
Principales disposiciones de la legislación propuesta
El proyecto de ley pretende crear un mercado regulado de cannabis centrado en la salud pública y la equidad social. Sus principales características son las siguientes:
- Erradicación de las condenas previas relacionadas con el cannabis para reparar el daño causado por décadas de criminalización.
- Protección de la salud pública
- Reinversión comunitaria, con fondos dirigidos a zonas afectadas de forma desproporcionada por la guerra contra las drogas.
- Garantías para reducir el consumo de cannabis
- Garantías para limitar los «niveles excesivos de THC» y proteger a los consumidores.
- Garantías para limitar los «niveles excesivos de THC» y proteger a los consumidores
- Apoyo a los operadores locales y diversos, priorizando el crecimiento industrial sostenible e integrador.
- Apoyo a los productores locales y diversos, priorizando el crecimiento industrial sostenible e integrador
Al abordar estas cuestiones, Krajewski y Frankel creen que la legislación puede promover la equidad al tiempo que fomenta el crecimiento económico. Según Krajewski, «es hora de avanzar en Pensilvania antes de que nos quedemos más atrás«.
Apoyo público e impulso legislativo
Encuestas recientes indican un apoyo bipartidista de los votantes a la legalización del cannabis en Pensilvania, incluso en distritos políticamente divididos. Esta tendencia coincide con la de EE.UU., donde 24 estados ya han legalizado el cannabis recreativo y la opinión pública está cada vez más a favor de la reforma.
El grupo demócrata, con su fuerte control de la Cámara de Representantes de Pensilvania, ha expresado su voluntad de sacar adelante la legislación sobre el cannabis. El líder de la mayoría, Matt Bradford, señaló que había una clara voluntad en la Cámara de actuar sobre la cuestión. Sin embargo, sigue habiendo obstáculos políticos, ya que los anteriores esfuerzos bipartidistas de legalización se han estancado en el comité.
En septiembre, los representantes Aaron Kaufer y Emily Kinkead presentaron un proyecto de ley similar, que obtuvo 15 copatrocinadores pero aún no ha avanzado. Mientras tanto, los líderes republicanos han mostrado signos de suavizar su postura, y algunos reconocen la necesidad de poner fin a las sanciones penales por el consumo de cannabis.
Implicaciones económicas y sociales
La legislación propuesta podría tener importantes beneficios económicos para Pensilvania. Informes encargados por grupos activistas predicen que las ventas de cannabis para uso adulto podrían alcanzar los 2.800 millones de dólares en el primer año, generando hasta 720 millones de dólares en ingresos fiscales y creando 45.000 puestos de trabajo. Los partidarios afirman que los ingresos podrían utilizarse para financiar iniciativas de salud pública, educación y proyectos de infraestructuras.
En el plano social, el proyecto de ley pretende hacer frente a las injusticias sistémicas asociadas a la prohibición del cannabis. Frankel cree que es una «obligación moral» no sólo legalizar el cannabis, sino también reparar el daño causado por las políticas de drogas con sesgo racial.
Sin embargo, a pesar del creciente impulso, los esfuerzos de legalización en Pensilvania se enfrentarán a desafíos, incluida la oposición del Senado.
You must be logged in to post a comment Login