Marruecos exporta legalmente su resina de cannabis por primera vez

Por primera vez, Marruecos ha exportado legalmente cannabis producido en su suelo. El país envió 100 kilos de resina a Suiza, con un contenido de THC inferior al 1%, por un precio que, según las informaciones, oscilaba entre 1.400 y 1.800 euros por kilo. Aunque simbólica desde el punto de vista financiero, esta primera exportación forma parte de reformas legislativas más amplias destinadas a explotar el potencial de Marruecos en el mercado mundial del cannabis legal.

El auge de la producción legal de cannabis

Desde la legalización del cannabis para fines específicos en 2021, Marruecos ha visto un resurgimiento del interés de los inversores. Según Insight Partners, se espera que el mercado mundial de cannabis medicinal supere los 50.000 millones de dólares en 2028, una oportunidad lucrativa para los actores marroquíes. La Fédération marocaine de l’industrie pharmaceutique et de l’innovation (FMIIP) prevé unos ingresos anuales potenciales de entre 4.200 y 6.300 millones de dirhams, siempre que el país capte una cuota significativa del mercado europeo.

El marco normativo marroquí, aunque estricto, no ha desalentado la participación de empresas locales e internacionales. Sothema, una empresa farmacéutica líder, ya ha desarrollado varios medicamentos a base de cannabis para tratar enfermedades crónicas como el cáncer y la esclerosis múltiple. Khalid El-Attaoui, director de Axess Pharma, espera que los fármacos estén en el mercado en 2025, dirigidos a mercados europeos clave como Alemania, Dinamarca y Francia.

Impacto económico y salida del mercado ilegal

A pesar de sus prometedoras perspectivas, la industria marroquí del cannabis se enfrenta a importantes retos. Los obstáculos normativos, en particular los estrictos requisitos para las sustancias psicotrópicas, dificultan la entrada en el mercado y el desarrollo de productos. Las partes interesadas marroquíes siguen siendo optimistas y destacan la adhesión de Marruecos a las normas internacionales en materia de prácticas de cultivo y fabricación.

En Rabat, la Agence nationale de régulation des activités liées au cannabis (ANRAC) considera el cannabis como un importante sector de transformación. La visión de la ANRAC va más allá de la medicina e incluye diversas industrias como la aeronáutica, la agroalimentaria y la textil, todas ellas preparadas para beneficiarse de las innovaciones derivadas del cáñamo industrial.

La transición de Marruecos del cultivo ilícito al legal de cannabis es un paso crucial hacia prácticas agrícolas sostenibles. La ANRAC informa de un aumento sustancial de las zonas de cultivo autorizadas. Aunque persisten retos como la variabilidad climática y los costes de producción, están en marcha iniciativas para rehabilitar variedades ancestrales de cannabis, adaptadas a las condiciones locales, como la «beldia».