En Marruecos, agricultores e inversores abogan por la legalización del cannabis

En Marruecos, inversores y cultivadores de cannabis instan al Gobierno a considerar la legalización del mercado recreativo del cannabis, tres años después de la legalización médica e industrial del cannabis.

Durante las visitas a tierras de cultivo en la región del Rif organizadas por la Agencia Nacional para la Regulación de las Actividades Relacionadas con el Cannabis (ANRAC), Shakib Al Khayari, coordinador de la Coalición Marroquí para el Uso Médico e Industrial del Cannabis, hizo un llamamiento la semana pasada:

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«En Marruecos, será necesario abrir un debate, porque la regulación con fines médicos e industriales no eliminará el mercado negro existente».

En mayo de 2021, Marruecos dio un paso importante al legalizar el cultivo de cannabis con fines terapéuticos e industriales, con el objetivo de aprovechar un mercado cuyo valor se estima en 15.000 millones de euros. Sin embargo, la decisión dejó la puerta cerrada al uso recreativo, lo que ha suscitado debates en el país y fuera de él.

La decisión del Parlamento marroquí de legalizar el cannabis para uso farmacéutico e industrial marcó un hito tras décadas de criminalización. A pesar de ello, la demanda de cannabis recreativo persiste, alimentando un mercado paralelo que socava los objetivos de la regulación.

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Desafíos y oportunidades de la legalización del cannabis en Marruecos

La legalización del cannabis presenta tanto retos como oportunidades para Marruecos. Ofrecería la posibilidad de transformar un comercio ilícito en una industria legítima, en beneficio de agricultores y empresas. Sin embargo, a falta de un plan claro que garantice un reparto equitativo de los beneficios, muchos agricultores se muestran escépticos y optan por seguir operando en la sombra.

La Coalición Marroquí para el Uso Médico e Industrial del Cannabis ha desempeñado un papel destacado en la defensa de la legalización del uso recreativo. Mediante el debate público y el compromiso con los responsables políticos, pretende poner de relieve los beneficios para la salud del consumo de cannabis y el potencial económico de un mercado recreativo.

Aunque Marruecos es uno de los mayores productores y exportadores de hachís del mundo, su entrada en la legalización del cannabis puede permitirle migrar a los productores históricos de cannabis a un ecosistema legal. Al final, los países receptores de mercancías ilegales son los que tienen más que perder.

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En su primera cosecha legal de cannabis, Marruecos produjo 294 toneladas.

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