La temporada de Halloween se asocia a menudo con dulces, disfraces e historias de miedo. Pero, ¿por qué no añadir un toque de magia culinaria a las fiestas de Halloween de este año?
Con eso en mente, presentamos una receta extraordinaria que combina la elegancia a menudo pasada por alto del siluro con un toque de magia de Halloween: sopa de siluro de calabaza y naranja, condimentada con aceite de cáñamo infusionado con flores de B-45, la famosa variedad de cannabis de Silent Seeds, y servida con crujientes patatas fritas de remolacha.
Pez gato: un manjar poco apreciado
El pez gato es un pescado delicado y de sabor suave que, por desgracia, suele quedar a la sombra de sus congéneres más populares. Es hora de cambiar esa percepción y descubrir las maravillas del siluro cuando se prepara con creatividad y esmero. Esta receta combina a la perfección los sabores únicos del siluro con las notas terrosas de las patatas fritas de remolacha, la cremosidad de la sopa de calabaza y la riqueza del aceite de semillas de cáñamo infusionado. El resultado es una obra maestra inspirada en Halloween que hará las delicias de tu paladar.
La atracción principal: aceite de semillas de cáñamo infusionado con B-45
Lo que realmente distingue a este plato es el aceite de semillas de cáñamo infusionado con flores B-45. Derivado de flores de B-45 descarboxiladas al vacío, este aceite aporta un perfil de sabor distintivo a la mesa. Con una evidente nota cítrica, es el complemento perfecto para la sopa de calabaza hecha con zumo de naranja. Aporta una textura cremosa y una nota dulce y afrutada que realza el conjunto del plato. Es más, el aceite de semillas de cáñamo infusionado con B-45 no sólo ofrece un alto perfil de terpenos en B-45, sino también el potencial para una experiencia extraordinaria. Una aventura culinaria que encaja perfectamente con el espíritu de Halloween.
La representación final de la receta
Sopa de calabaza y naranja
Comencemos por el corazón de este plato, la sopa de calabaza y naranja. Para preparar este delicioso brebaje, necesitarás:
1 calabaza
1 cebolla
Aproximadamente 40 g de mantequilla
Aproximadamente 200 ml de zumo de naranja
200 ml de nata
Caldo de pescado (o caldo de verduras opcional)
Aproximadamente de 7 a 10 g de jengibre fresco
1 guindilla
Sal, pimienta, sal y pimienta
Sal, pimienta, azúcar moreno de caña y una pizca de nuez moscada
Comienza cortando la calabaza por la mitad, retira las semillas y córtala en dados. Lo práctico es que no necesitas pelar esta variedad. Corta la cebolla en dados, pica finamente el jengibre y pica finamente la guindilla sin semillas.
Derrita la mantequilla en una cacerola, añada los dados de cebolla y sofríalos hasta que estén transparentes. Añadir los dados de calabaza, la guindilla y el jengibre y sofreír durante unos minutos, removiendo de vez en cuando.
Desglasar la mezcla con el zumo de naranja y cocer a fuego lento con la tapa cerrada de 15 a 20 minutos.
Cuando la calabaza se pueda aplastar sin esfuerzo con una cuchara de madera, tritúrela con la batidora. Añadir la nata, calentar y ajustar la consistencia a su gusto utilizando caldo de pescado. Sazonar con sal, pimienta, azúcar moreno de caña y una pizca de nuez moscada.
Patatas fritas de remolacha
Las patatas fritas de remolacha crujientes son el acompañamiento perfecto para el plato principal. Para hacerlas, necesitarás:
2-3 tubérculos de remolacha crudos
1-2 cucharaditas de aceite de oliva
1-2 cucharaditas de hojas de tomillo fresco
Sal de montaña
Precalienta tu horno a 130 grados centígrados (aire caliente). Recorta los extremos de las remolachas, pélalas y córtalas en rodajas lo más finas posible. Coloca las rodajas de remolacha en una bandeja de horno forrada con papel de horno, procurando que no se toquen.
Rocíelas con una cantidad mínima de aceite de oliva, espolvoréelas con una pizca de tomillo y hornéelas en la rejilla central durante 30-35 minutos hasta que estén maravillosamente crujientes.
Tenga cuidado durante los últimos 15 minutos para evitar que se cocinen demasiado, ya que el grosor puede afectar al tiempo de cocción. Una vez cocido, sazonar con sal de montaña al gusto y disfrutar del delicioso crujiente.
Perfección del siluro
Para el siluro, tanto si utilizas filetes como un pescado entero, la clave del éxito es un clásico. Empieza por lavar el pescado, frotarlo con zumo de limón y salarlo generosamente. Esto no sólo garantiza una base higiénica, sino que realza el sabor del pescado.
A continuación, chamusque el filete de siluro en una sartén caliente con mantequilla clarificada y baje el fuego. Añada un diente de ajo prensado y una ramita de tomillo a la sartén y vierta la sabrosa grasa sobre el filete de vez en cuando.
Cuando el siluro esté cocido en dos tercios y sólo quede crudo el tercio superior, déle la vuelta y continúe la cocción durante un minuto más aproximadamente. Servir inmediatamente y rociar con aceite de semillas de calabaza y la estrella del espectáculo, el aceite de semillas de cáñamo infundido con B-45. Como toque final, decore el plato con rábanos envasados al vacío.
Mejore su experiencia culinaria con este viaje mágico para sus papilas gustativas. Acepte lo inesperado y saboree los encantadores sabores que hacen de esta receta una tradición de Halloween en ciernes