El anuncio ha llegado en plena noche: la Asamblea Nacional ha votado la supresión del artículo 23 de la PLF 2026, una medida que hacía temblar a todos los actores franceses del sector del bienestar del cáñamo. Para la industria del CBD, muy afectada por varias medidas del texto, esta decisión representa un breve alivio.
El artículo 23 que preocupaba a toda la industria
Inicialmente, el artículo 23 introducía un arsenal de medidas radicales que habrían confiado la venta de flores de CBD exclusivamente a estancos y «establecimientos autorizados». También pretendía prohibir la venta online, gravar fuertemente las flores mediante un mecanismo de impuestos especiales similar al del tabaco y de facto acabar con la industria francesa de producción de cáñamo.
Para la industria CBD, una parte importante de cuyas ventas se realizan a través de Internet y de minoristas independientes, estas disposiciones habrían restringido mecánicamente el acceso de los consumidores a los productos derivados del cáñamo legal. Las organizaciones profesionales llevan semanas insistiendo: asimilar el cáñamo a la lógica del tabaco equivaldría a desestabilizar un sector joven e innovador estructurado en torno a la proximidad territorial.
Presionados por las numerosas protestas, entre ellas las de los actores del CBD, pero también las de la comunidad de vapeadores, cuyos productos también se veían afectados, los diputados aprobaron la enmienda I-1277 presentada por La France Insoumise, suprimiendo así por completo el artículo 23 del PLF.
La votación fue ampliamente interpretada como el reconocimiento del carácter desproporcionado de la medida. Por parte de las organizaciones profesionales, hay un verdadero alivio.
En un comunicado, la AFPC – Association Française des Producteurs de Cannabinoïdes saluda «un soplo de esperanza para toda la industria francesa del cáñamo», recordando que «el cáñamo no es tabaco» y que el sector representa una industria de futuro, «innovadora, sostenible y arraigada en los territorios». Pero la asociación también pide que se mantenga la vigilancia, pues considera que todavía no hay nada seguro.
Mismo tono de voz por parte de la UPCBD, que habla de una «victoria histórica» para el cáñamo CBD, al tiempo que recuerda que «todavía no hay nada definitivo».
Una victoria provisional: el texto llega al Senado
Aunque la Asamblea ha suprimido el polémico artículo, su futuro pende de la tramitación legislativa. El Senado está examinando el texto y podría reintroducir el artículo 23 de otra forma. La lanzadera parlamentaria deja abierta la posibilidad de nuevos intentos, ya sea mediante enmiendas o posteriormente en la Comisión Mixta.
Los senadores ya han anunciado que quieren revisar en profundidad las enmiendas aprobadas por los diputados. Dado el apretadísimo calendario constitucional, quedan varios escenarios posibles, incluido el uso de herramientas constitucionales excepcionales si no se llega a un acuerdo antes del 23 de diciembre.
Los próximos días serán cruciales para la industria del CBD. La movilización sigue siendo fuerte: profesionales, productores, asociaciones y distribuidores se están organizando para influir en los debates, reiterando que la regulación del cáñamo debe seguir una lógica coherente, proporcionada y diferenciada del tabaco.
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