Viajes en avión, vértigo, serpientes o espacios cerrados. Estas afecciones van más allá del nerviosismo ordinario: pueden provocar un comportamiento de evitación desestabilizador.
Tradicionalmente, los médicos recetan antidepresivos, betabloqueantes o tranquilizantes para tratar las fobias. Pero estos medicamentos pueden ser adictivos y hacen que los pacientes se sientan desconectados. En los últimos años, los investigadores han estado estudiando si los compuestos del cannabis podrían ofrecer una forma más segura y natural de reducir estos miedos abrumadores.
THC y la extinción del miedo
Un estudio realizado por la Universidad de Michigan, publicado en Neuropsychology en 2013, examinó cómo el tetrahidrocannabinol (THC) afecta al procesamiento del miedo. Los investigadores administraron dronabinol, una forma sintética de THC, a 30 participantes y monitorizaron sus respuestas mediante un paradigma pavloviano de extinción del miedo.
Los resultados sugirieron que el THC ayudó a los participantes a reducir sus respuestas de miedo con el tiempo. Como explicaron los autores del estudio, «estos resultados proporcionan la primera evidencia de que la mejora farmacológica del aprendizaje por extinción es posible en humanos utilizando moduladores del sistema cannabinoide, lo que puede justificar un mayor desarrollo y ensayos clínicos.»
En concreto, THC parecía crear condiciones en las que las personas eran más capaces de superar sus miedos en lugar de quedar paralizadas por ellos.
El THC y la memoria del miedo
Más allá del THC, el cannabidiol (CBD) también está atrayendo la atención por su posible papel en el tratamiento de las fobias. Un estudio de 2017 publicado en Frontiers in Pharmacology por Chenchen Song, de la Universidad de Birmingham, examinó la influencia del CBD sobre el miedo en ratas. La investigación demostró que las inyecciones de 10 mg de CBD reducían los recuerdos del miedo, haciendo que los animales fueran menos reactivos a las amenazas percibidas.
El estudio concluyó: «En un contexto de condicionamiento más fuerte y más relevante desde el punto de vista traslacional, el CBD inhibió de forma aguda la expresión del miedo y potenció la extinción para producir reducciones más duraderas del miedo. Estas observaciones apoyan el potencial uso traslacional del CBD en afecciones como el trastorno de estrés postraumático y fobias específicas.»
Aunque estos resultados son preclínicos, concuerdan con hallazgos previos que demuestran la eficacia del cannabis en la reducción de síntomas relacionados con el TEPT, lo que sugiere un posible solapamiento terapéutico entre los trastornos relacionados con el trauma y las fobias.
Entre la promesa y el escepticismo
La idea de que el cannabis podría ayudar a las personas a enfrentarse a sus miedos es prometedora, pero está lejos de ser definitiva. Teniendo en cuenta que los tratamientos tradicionales tienen a veces importantes efectos secundarios, las terapias basadas en el cannabis podrían representar una nueva vía para tratar las fobias. Tanto THC como CBD parecen ser capaces de facilitar la extinción del miedo y atenuar los recuerdos relacionados con él, pero se necesitan ensayos a mayor escala en humanos.
Por ahora, la ciencia sugiere que el cannabis no debería sustituir a los cuidados convencionales, pero podría, en el futuro, complementarlos, ofreciendo a los pacientes opciones más seguras y personalizadas para recuperar el control sobre sus miedos.
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