A excepción de los clones, todas las plantas de cannabis empiezan su vida como una pequeña semilla. En las condiciones adecuadas (legales) – y con un poco de amor y cuidado – estos diminutos paquetes de material genético crecen hasta convertirse en hermosas plantas maduras, aromáticas y pegajosas.
La principal ventaja de elegir semillas de cannabis de alta calidad es una mejor tasa de germinación, una mejor genética y un mayor rendimiento.
Si confías en un banco de semillas, también es importante saber reconocer las semillas de cannabis de calidad. Los expertos de Silent Seeds arrojan luz sobre cómo separar las semillas buenas de las malas.
¿Cómo son las buenas semillas de cannabis?
Ya se puede decir mucho sobre una semilla de cannabis con sólo mirarla, aunque sólo sea por el color. La cáscara de las semillas de cannabis puede ir del gris claro al marrón oscuro, casi siempre con aspecto de tigre y estrías en la superficie. Éstas pueden desaparecer con el tiempo y aclararse dependiendo de las condiciones de almacenamiento y transporte.
También muestran diversidad de forma y tamaño, siendo algunos ejemplares pequeños y más esféricos, y otros grandes y puntiagudos.
Las semillas de cannabis tienen características diferentes según la variedad. La Critical, por ejemplo, produce semillas pequeñas de color gris claro, casi blanquecino. En cambio, las semillas de American Gelato, Zkittlez u OG suelen ser grandes y oscuras.
La forma y el tamaño de las semillas también cambian ligeramente dependiendo de la variedad. El contorno de las semillas no siempre es homogéneo y muy a menudo, cuando la ovalidad no es perfecta, la polihibridación es la causa. En efecto, las diferentes mezclas genéticas llegan a perturbar la producción de semillas, de ahí la importancia de disponer de variedades «estabilizadas».
¿Por qué algunas semillas son menos eficientes?
Así, una forma de semilla «fuera de especificación» puede deberse a problemas en la planta original, que afectan a la estabilidad, al vigor de la semilla y a las propiedades generales de la futura planta.
Éste no es el único elemento que puede llegar a producir semillas de bajo rendimiento. Si la planta madre es sometida a un exceso de calcio o magnesio durante el cultivo, las cáscaras de las semillas producidas serán demasiado grandes, lo que reducirá su capacidad de germinación.
Del mismo modo, las condiciones higiénicas del cultivo madre son muy importantes. Una higiene deficiente puede provocar la transmisión de enfermedades a su descendencia, como el pythium, responsable del damping off -una enfermedad de las raíces que afecta al crecimiento- o el damping off.
Además, una planta que ha recibido demasiado calor es más propensa a producir hermafroditas o mutaciones genéticas.
Cómo guardar tus semillas de cannabis
Las semillas de cannabis se pueden recolectar durante muchos años, siempre y cuando prestes atención a tu método de almacenamiento.
Por ejemplo, nunca deben guardarse al vacío, ya que la semilla siempre necesita un mínimo de aire. Deben almacenarse entre 6 y 8°C como máximo, con poca humedad, por ejemplo en un frigorífico. Las semillas almacenadas durante más de 10 años en las condiciones adecuadas seguirán siendo capaces de germinar posteriormente.
Lo principal es evitar las variaciones de temperatura, el exceso de calor y la exposición a la humedad. Poner humidificadores tipo Boveda con sus semillas es un medio de regular este último parámetro.
Las semillas de cannabis jóvenes son, por supuesto, la mejor opción en términos de viabilidad, tasa de germinación y plantas sanas. Pero, ¿cómo determinar la edad de una semilla?
Basta con utilizar los dedos. Coloque la semilla entre el pulgar y el índice y apriétela. Las semillas jóvenes y sanas son firmes y no ceden a la presión. Las semillas más viejas pueden ser ligeramente esponjosas, y las viejas y secas pueden incluso desmoronarse o agrietarse, ya que carecen de la humedad y los nutrientes de los especímenes más jóvenes.
¿Sus semillas de cannabis flotan o se hunden?
Una vez analizadas las semillas que tienes a tu disposición, puedes hacer una última comprobación para determinar su calidad.
La prueba de flotación permite a los cultivadores distinguir las semillas de alta calidad de las dudosas. Basta con llenar un vaso con agua y dejar caer las semillas. Repita el experimento una o dos horas después. Las semillas que se hunden están sanas y listas para germinar. Las semillas que flotan suelen considerarse poco saludables, y algunos cultivadores se niegan a utilizarlas.
En conclusión
Por último, las semillas de cannabis de la misma planta, o incluso de la misma flor, también pueden tener características visuales diferentes. Al igual que dos hermanos humanos tienen diferentes colores de pelo y ojos, alturas y personalidades, cada semilla de cannabis tiene su propia variación genética, desde lo sutil a lo obvio.
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