Albania se acerca a la legalización del cannabis con fines médicos e industriales

El viernes 16 de junio, el Consejo de Ministros de Albania aprobó el plan para legalizar la producción de cannabis con fines médicos e industriales en el país.

La ministra de Sanidad del país, Ogerta Manastirliu, declaró a los medios de comunicación que el objetivo de la ley era regular y «garantizar el proceso de control y supervisión del cultivo, producción, procesamiento y exportación de cannabis, sus subproductos y productos finales». Añadió que se estaba creando una agencia nacional para supervisar la aplicación de la normativa.

Según la normativa propuesta, no habría un límite máximo de THC para el cannabis medicinal y el cultivo se limitaría a una superficie de entre 5 y 10 hectáreas.

El cannabis cultivado con fines industriales se limitaría al 0,8% de THC y podrían obtenerse subproductos de toda la planta (incluidos tallos, flores y semillas). El cultivo se limitará a una hectárea como mínimo.

La idea fue planteada hace algún tiempo, y también fue recibida con oposición, dado el historial de producción y tráfico de cannabis del país.

El Primer Ministro Edi Rama había preguntado a los ciudadanos sobre la cuestión en el marco de una «encuesta nacional» que ha sido criticada por su falta de independencia. Según la encuesta, el 61% de los ciudadanos encuestados estaba a favor de legalizar el cannabis con fines médicos e industriales.

«El objetivo de este proyecto de ley es regular y garantizar el proceso de control y supervisión del cultivo, producción, procesamiento y exportación de cannabis, sus subproductos y productos finales», declaró Manastirliu el viernes.

Albania tiene un largo historial de cultivo y tráfico de cannabis desde la caída del comunismo hace tres décadas.

Durante unos 15 años, hasta 2014, el pueblo de Lazarat, en el sur de Albania, se convirtió en «la capital europea del cultivo de cannabis», una zona en la que la policía no se atrevía a entrar y que solo fue reprimida mediante una operación de estilo militar. A pesar de ello, el cultivo de cannabis sigue siendo un grave problema en el país, y los gobiernos de Edi Rama han sido acusados de colaborar con los traficantes.