En un intento por ampliar el acceso al cannabis medicinal en Arkansas, se presentará una enmienda constitucional para fortalecer la ley ratificada en 2016. La propuesta de enmienda, liderada por un grupo conocido como Arkansanos por el Acceso de los Pacientes, engloba varias propuestas para los pacientes.
Acceso y autocuidado
La enmienda 2024 incluye una amplia gama de reformas para mejorar el acceso y la sostenibilidad de los pacientes. Una de sus disposiciones clave es la eliminación de la tasa de 50 dólares para obtener o renovar las tarjetas de cannabis medicinal, así como la ampliación de la validez de la tarjeta de uno a tres años. Estas medidas pretenden aliviar la carga financiera de los pacientes y agilizar los procedimientos administrativos del programa.
La enmienda también propone ampliar la autoridad de certificación a farmacéuticos, enfermeros y asistentes médicos. Este enfoque inclusivo pretende abordar las disparidades geográficas en el acceso al cannabis medicinal al permitir que una gama más amplia de profesionales sanitarios prescriba cannabis a los pacientes. Además, la enmienda amplía el ámbito de las afecciones que cumplen los requisitos, permitiendo a los profesionales sanitarios recomendar cannabis medicinal para cualquier afección incapacitante que justifique su uso terapéutico.
El proyecto de ley también quiere permitir a los pacientes cultivar sus propias plantas de cannabis. A diferencia de la legislación de 2016, que prohibía el cultivo personal, la enmienda propuesta permite a los titulares cultivar hasta siete plantas maduras y siete inmaduras. Este avance histórico hacia la autosuficiencia no solo empoderaría a los pacientes, sino que también promovería un ecosistema de cannabis medicinal más inclusivo y sostenible.
Sin cannabis recreativo en el estado para preservar a los pacientes
Melissa Fults y David Couch, dos acérrimos defensores del cannabis que lucharon contra una propuesta de legalización del cannabis para 2022, trabajaron a favor de la enmienda constitucional de este año.
Su postura contra la 2022 Arkansas Adult Use Cannabis Amendment, que pretendía legalizar el cannabis de consumo para adultos, era sencilla: les preocupaba el posible impacto negativo en el programa de cannabis medicinal del estado, temiendo que la demanda recreativa pasara a tener prioridad sobre las necesidades de los pacientes y que el suministro sólo se confiara a las manos de una industria pequeña y ya poco abierta.
Couch se había hecho eco de estos sentimientos, criticando la enmienda de 2022 por su favoritismo percibido hacia los actores establecidos de la industria. Juntos, Fults y Couch trabajaron con actores clave, como Robert McLarty, Nate Steele y la Asociación de la Industria del Cannabis de Arkansas, para desarrollar una propuesta a medida que abordara las deficiencias del programa médico y preservara al mismo tiempo uno de sus principios fundamentales: el acceso de los pacientes.
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