El modelo de Clubes Sociales de Cannabis, consolidado en Barcelona durante la última década, podría ver sus días contados. Los tribunales han anulado un reglamento aprobado por el ayuntamiento en 2016 que regulaba los más de 200 locales de este tipo que hay en la ciudad. Con esta decisión, confirmada por el Tribunal Supremo, ha desaparecido el último paraguas legal que le quedaba a estos espacios.
El TSJC, o lo que es lo mismo, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, dictaminó que las asociaciones cannábicas sólo pueden funcionar como clubes privados y no pueden promover el uso y consumo de cannabis, ni su venta o cultivo.
Las asociaciones cannábicas de Barcelona, a examen
En 2016, el Ayuntamiento de Barcelona aprobó un «plan urbanístico especial» en el que se ordenaban territorialmente las asociaciones de cannabis. El objetivo era reducir las molestias al vecindario y evitar la concentración de los Clubes para mejorar la convivencia con la población.
Esta ordenación territorial del Ayuntamiento de Barcelona fue anulada por el Tribunal de Justicia de Cataluña por considerar que ningún municipio es competente para crear una normativa de esta naturaleza «ni siquiera desde el punto de vista urbanístico, por considerar que se trata de espacios susceptibles de delinquir». El ayuntamiento recurrió al Tribunal Supremo español, que rechazó el recurso del ayuntamiento en abril.
A partir de ahora, para hacer cumplir la ley, el Ayuntamiento de Barcelona tendrá que inspeccionar y controlar estas asociaciones cannábicas. Los primeros en ser inspeccionados serán los clubes que tienen un impacto más negativo, es decir, los centrados en los turistas y en las ventas a gran escala. Luego, las asociaciones de autoconsumo y otras agrupaciones de consumidores seguirán en la lista de inspección.
A su vez, estas asociaciones cannábicas serán informadas por carta de la situación actual. El Ayuntamiento de Cataluña ha creado un grupo de trabajo interno en las áreas de «servicios jurídicos, sanidad, seguridad y urbanismo» para recopilar las diferentes propuestas de modificación de la ley a nivel estatal y autonómico, que serán estudiadas por ambas autoridades.
El CATFAC reclama el diálogo entre todos los actores
Las asociaciones cannábicas de Cataluña (CATFAC) lamentan la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que les obliga a funcionar como clubes privados de cannabis y a no promover el consumo, el cultivo o la venta de cannabis.
La CATFAC dejó clara su posición y declaró: «Hemos venido para quedarnos y nos quedaremos». Para la Federación de Asociaciones Cannábicas de Cataluña, este revés de los tribunales supondría un «nuevo ataque judicial» a sus actividades, y pide «diálogo y valentía» al Ayuntamiento de Barcelona para dar una «respuesta coordinada» a esta cuestión tan arraigada en la ciudad.
CATFAC pide firmeza ante el inmovilismo del Estado «Pedimos a todos los representantes políticos que utilicen todas las herramientas democráticas para revertir esta situación. No cedas al inmovilismo del Estado. Si hay un momento para ser valiente, es ahora, y regular las asociaciones de cannabis hoy es una cuestión urgente.
«Una vez más, la justicia carga contra las asociaciones cannábicas sin tener en cuenta la realidad social de la ciudad de Barcelona, que lleva más de 30 años conviviendo con estas entidades», denuncia la Federación de Asociaciones Cannábicas. «En lugar de analizar un modelo claramente orientado a lograr la seguridad de las personas, vuelve a aplicar su estrategia punitiva de represión y aniquilación de un modelo de acceso al cannabis reconocido internacionalmente y pionero en Europa».
«A partir de ahora, no nos quedaremos de brazos cruzados y responderemos activamente a la maquinaria represiva hasta conseguir el reconocimiento de un derecho adquirido», concluyen.
Clubes de cannabis en Barcelona
Las asociaciones de cannabis en Barcelona están presentes en el paisaje de la ciudad desde hace más de una década. En varias ocasiones, a través del gobierno catalán o de la propia ciudad de Barcelona, se han buscado fórmulas para que este tipo de asociaciones sigan siendo legales.
Pero, a veces por razones legales, y otras veces porque no son competencia de la institución reguladora, este tipo de clubes o asociaciones no se han legalizado y siguen permaneciendo en una especie de «limbo legal». El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha anulado hoy una iniciativa del Ayuntamiento de Barcelona y le insta a inspeccionar este tipo de asociaciones.
La misma decisión judicial establece que no se debe permitir a estas asociaciones promover el consumo, el cultivo o la venta de cannabis. Esta decisión del TSJC no ha gustado a las asociaciones cannábicas agrupadas en su Federación, que llevan años reclamando la regulación de este tipo de colectivos.
Barcelona es la ciudad con más asociaciones de cannabis de España. También es un punto de referencia internacional para muchos turistas que visitan la ciudad y buscan el acceso al cannabis.
