¿Quién descubrió el THC?

El delta-9-tetrahidrocannabinol, más conocido como THC, es el principal cannabinoide de la planta de cannabis. Mientras que la cocaína y la morfina se aislaron en el siglo XIX, el THC se aisló muy recientemente. Conozcamos al hombre que descubrió el THC.

Israel, 1963. Cuando Raphael Mechoulam solicitó por primera vez una beca para investigar el cannabis en un instituto público de investigación médica estadounidense (NIH), le mostraron rápidamente la puerta. Mechoulam, que ahora tiene 84 años, recuerda: «Me dijeron: vuelve cuando hayas elegido otro tema, la marihuana no es un problema americano. Es cierto que, en aquella época, la marihuana era más conocida en Sudamérica que en Estados Unidos, donde sólo la utilizaban algunos cantantes de jazz.

50 años después, tras convertirse en el primer científico en aislar el THC, tener una larga carrera dedicada a diseccionar el cannabis y sus efectos en el cuerpo, y ser conocido como el Abuelo de la Marihuana en Israel, el profesor Mechoulam todavía parece un poco orgulloso cuando habla de lo rápido que los NIH cambiaron de opinión.

«Un año después del primer rechazo», dice en una entrevista, «recibo una llamada de la misma gente. Resulta que el hijo de un senador estadounidense fue sorprendido fumando marihuana. El senador preguntaba al NIH qué efecto podría tener en su cerebro. Se avergonzaban de no haber investigado nunca sobre el tema y me llamaban para ver qué había descubierto nuestro grupo hasta el momento»

«En ese momento», continúa, «ya habíamos tenido la oportunidad de aislar el THC, así que le invité a reunirse con nosotros».

El descubrimiento en sí tuvo mucho que ver con el hecho de que Israel es un país pequeño donde todo el mundo se conoce y las normas son bastante flexibles. «Nuestro director administrativo conocía a un tipo del ejército que se había hecho policía. Le llamó para preguntarle si podía conseguir hachís libanés de sus existencias. Resumiendo, fui a Tel Aviv, me tomé un café con un tipo y volví en un autobús con 5 kilos de hachís. A continuación se aisló el THC de la droga de contrabando.

El funcionario sanitario estadounidense regresó de Israel con THC puro, y «la mayor parte de la investigación realizada sobre el THC en aquella época en EEUU se hizo a partir de esos 5 kilos», dice Melusham con una sonrisa. «En EEUU, habría ido directamente a la cárcel. Tal vez hoy no. A medida que las actitudes cambian en los EE.UU. y en todo el mundo, hay un nuevo interés, y una nueva legitimidad, en el desarrollo de tratamientos basados en el cannabis que se basan en los mecanismos naturales de lucha contra las enfermedades del sistema endocannabinoide.

Mechoulam y su equipo han explorado todo. Tras aislar el THC y otros cannabinoides de la planta (entre ellos el cannabidiol, que es la principal esperanza para el desarrollo de nuevos fármacos), otros investigadores descubrieron los receptores del cerebro que activan. Entonces, un equipo del laboratorio de Mechoulam empezó a investigar por qué existían estos receptores. «Los receptores no existen porque la planta existe. Pero la planta actúa sobre estos receptores porque el cuerpo humano produce moléculas similares al THC», los endocannabinoides. Descubrieron que el cuerpo humano sintetiza naturalmente cannabinoides que afectan al apetito, al estado de ánimo y a la memoria, entre otros. Y ahí es donde las cosas se atascaron.

Mechoulam señala varias razones. El THC y el CBD no son patentables, por lo que las empresas farmacéuticas no pueden realizar la inversión necesaria para crear medicamentos aprobados. En segundo lugar, la situación de ilegalidad del cannabis en muchos países disuade a las empresas de utilizarlo. Y los reguladores gubernamentales no están presionando lo suficiente para que se realicen ensayos clínicos de medicamentos basados en cannabinoides, en parte debido a su ilegalidad.

«Se ha perdido mucho tiempo», dice. «En los años 80, hicimos un pequeño estudio sobre los efectos de la marihuana rica en CBD en adultos que tenían epilepsia. Y los resultados fueron indiscutibles» En la actualidad, los médicos están probando pequeñas dosis del aceite en niños con ataques epilépticos graves. «Los resultados son de nuevo maravillosos, pero hace 35 años que no lo mostramos. Muchas familias han sufrido desde entonces»

Mechoulam es un héroe para muchos activistas de la legalización: «A veces recibo cartas de fans», dice. Ahora tiene una visión compleja de la legalización. «Definitivamente no estoy de acuerdo con que la gente vaya a la cárcel por consumir hierba, pero si tuviera que decir sí o no, votaría no», dice, citando los efectos del THC, especialmente en los cerebros jóvenes, como razón.

El profesor emérito, que sigue trabajando activamente en su laboratorio con otros investigadores, confiesa haber probado el cannabis en sí mismo. «Una vez hicimos un experimento en el que rociamos 10 trozos de pastel con THC. La mitad de nosotros tomó rodajas de THC, la otra mitad tomó un placebo. Pensándolo bien, habíamos puesto demasiado. Uno de nosotros no paraba de hablar, mi mujer estaba sentada en su mundo en un sofá, otro sufrió un episodio psicótico y fue llevado a un centro psiquiátrico, los otros dos estaban durmiendo. Y añadió, sonriendo: «¡Yo estaba en el grupo de control!

Edición del 09/09/2015: Patrick Favrel comparte con nosotros un reportaje de vídeo sobre Raphael Mechoulam. Reportaje muy interesante de 1h02, subtitulado en inglés. Te lo proponemos a continuación.

Texto de La extraña y sorprendente historia del hombre que descubrió el THC y El experto en hierbas de Jerusalén