Sinsemilla

Un término español que significa «sin semilla», sinsemilla se refiere al cannabis cultivado sin semillas. En la naturaleza, el cannabis produce semillas junto con las flores, de modo que cuando muere, vuelve a crecer al año siguiente. El cultivo de cannabis Sinsemilla se adoptó en los años 60 y 70 para producir flores sin semillas y, por tanto, más adecuadas para el consumo, cultivando sólo plantas de cannabis hembra en floración y evitando que fueran polinizadas.

«Sólo compro flor de sinsemilla»

«Sinsemilla es la única forma de cultivar cannabis de alta calidad».

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Historia del sinsemilla

El cannabis puede ser macho o hembra, y en la naturaleza, los machos polinizan a las hembras, que luego producen semillas. La genética de las plantas masculinas y femeninas se transmite a las semillas, de modo que cuando una planta femenina muere -el cannabis es una planta anual, que crece y muere cada año- deja semillas, que se convierten en nuevas plantas la primavera siguiente.

Sólo las plantas de cannabis femeninas producen cogollos (flores o frutos partenocárpicos), por lo que cuando son polinizadas, las semillas crecen en las flores. El cannabis sinsemilla, o «sin semillas», ha sido criado para evitar que se formen semillas en las plantas femeninas, de modo que sólo produzcan flores.

Para cultivar el cannabis sinsemilla, las plantas macho se apartan o alejan de las hembras antes de que desarrollen los sacos de polen y puedan polinizar a las hembras. Esto permite a las plantas femeninas concentrar sus recursos en la producción de cogollos en lugar de semillas.

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El cultivo de cannabis con semillas es beneficioso para la evolución natural de la planta. Las plantas han evolucionado de forma natural en su entorno, adquiriendo rasgos y características que les ayudan a sobrevivir mejor en su medio.

Los beneficios del sinsemilla

Antes de que el sinsemilla se convirtiera en una práctica habitual entre los cultivadores, había muchas posibilidades de que la hierba que cultivabas o comprabas contuviera semillas. Los cogollos que contienen semillas se consideran generalmente de calidad inferior: las semillas dan un humo acre.

Con el sinsemilla, la planta de cannabis puede dedicar toda su energía y recursos a producir flores, en lugar de semillas. El resultado es una mejor calidad, unos cogollos más potentes y un mayor rendimiento porque no habrá semillas en los cogollos. La diferencia de potencia es tan dramática que cuando los consumidores empezaron a fumar sinsemilla, pensaron que era una especie diferente de cannabis.

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