Malas noticias escondidas dentro de buenas noticias. O al revés.
El Ministerio de Sanidad francés ha anunciado una prórroga de seis meses de la experimentación en curso del cannabis terapéutico, iniciada en marzo de 2021 para normalmente 2 años antes de su generalización. Esta decisión ofrecerá un breve respiro a los 1.800 pacientes con enfermedades crónicas graves que actualmente reciben tratamiento con medicamentos a base de cannabis.
Historia del experimento
Dirigido inicialmente por el ex ministro de Sanidad Olivier Véran, el experimento supuso un gran avance en el enfoque francés del cannabis medicinal. Proporcionó a los pacientes medicamentos basados en cannabinoides para enfermedades como la esclerosis múltiple, la epilepsia y los cuidados paliativos para el cáncer. A pesar de los resultados positivos, el programa ha encontrado importantes obstáculos políticos y burocráticos.
La prórroga actual, firmada por la ministra de Sanidad Geneviève Darrieussecq, garantiza la continuidad del tratamiento hasta el 1 de julio de 2025. Esta decisión viene con una advertencia: debe utilizarse «con vistas a deshabituar a los pacientes del medicamento o buscar alternativas».
Así que no va a suponer un alivio a largo plazo para los pacientes, y no hay planes para generalizarlo.
Aunque 22 países de la UE ya han legalizado el cannabis medicinal, Francia da un paso atrás.
Nicolas Authier expresó su frustración a Libération, señalando que «ya no es necesario demostrar la eficacia de estos medicamentos». Lamentó la falta de voluntad política, atribuyendo el estancamiento a la «pereza intelectual» y al «dogmatismo» dentro de la administración Macron.
También señala la creciente influencia del Ministerio del Interior y de la Mission interministérielle de lutte contre les drogues et les conduites addictives (MILDECA), que habrían dado prioridad a las preocupaciones sobre el cannabis recreativo frente a las necesidades médicas de los pacientes.
Nicolas Authier tachó a la MILDECA de «inhumana» e «incompetente», y la acusó de obstaculizar el progreso por temores infundados de que el programa médico se convirtiera en una puerta de entrada a la legalización recreativa.
Los resultados del experimento del cannabis medicinal han sido extremadamente positivos. Un informe de la Dirección General de Sanidad, publicado en noviembre de 2023, constató una «mejoría estadísticamente significativa y sostenida del dolor» en los pacientes participantes.
A pesar de estos resultados, todavía no se han alcanzado hitos regulatorios clave, como la redacción de decretos y la obtención de la validación del Consejo de Estado y de la Unión Europea.
La falta de seguimiento ha dejado a los pacientes en un estado de incertidumbre, sin garantía de acceso continuado al tratamiento más allá de la prórroga actual. Además, la decisión de febrero de 2024 de poner fin a la distribución de flores de cannabis para inhalación es una señal más del debilitamiento del compromiso del Gobierno con el avance del uso del cannabis con fines médicos
Los próximos seis meses determinarán si Francia puede convertir su aplazamiento temporal en un paso significativo hacia la plena legalización o si seguirá estancada, dejando a miles de pacientes -un mínimo estimado de 300.000 personas que podrían ser tratadas con cannabis o sus derivados- sin opciones viables.
Estaba la Francia de Voltaire y la Ilustración. Ahora tenemos la Francia de Anslinger (el arquitecto de la prohibición del cannabis en Estados Unidos), Nancy Reagan y Nixon.
