El gobernador demócrata de California ha firmado el proyecto de ley para legalizar los cafés de cannabis en el estado.
La medida permite a los negocios con licencia ofrecer consumo de cannabis in situ, así como comida, bebidas no alcohólicas y entretenimiento, marcando un cambio significativo en la forma en que la gente puede consumir cannabis en el estado.
Contenido del proyecto de ley
El proyecto de ley, cuyo autor es el congresista Matt Haney, permite a los negocios con licencia para vender cannabis ampliar sus servicios. Estos locales ahora pueden ofrecer una experiencia más amplia, permitiendo a los clientes disfrutar de comida y bebidas sin cannabis mientras consumen cannabis en zonas designadas. Además, pueden acoger eventos en directo, como conciertos, proporcionando un entorno social que mezcla la cultura del cannabis con el entretenimiento.
En concreto, la ley establece límites claros sobre los productos que se pueden ofrecer. Por ejemplo, los productos de cáñamo no se consideran artículos no cannábicos, y los negocios deben asegurarse de que todos los productos de cannabis se almacenan separados de la comida y la bebida.
El diputado Haney destacó la importancia del proyecto de ley tanto para los consumidores como para las empresas: «Mucha gente quiere disfrutar del cannabis legal en compañía de otras personas[…]. Y muchos quieren hacerlo mientras toman un café, comen un bollo o escuchan música».
La seguridad de los trabajadores en el punto de mira
Una de las principales preocupaciones sobre la legalización de los cannabis cafés eran los posibles riesgos para la salud de los trabajadores, especialmente los asociados al humo de cannabis de segunda mano.
El gobernador Newsom se mostró inicialmente reacio a firmar el proyecto de ley debido a estas preocupaciones. Anteriormente había vetado una propuesta similar, alegando preocupaciones sobre las antiguas protecciones contra el tabaco en el lugar de trabajo de California.
Sin embargo, la nueva versión del proyecto de ley aborda estas cuestiones de frente. Exige a las empresas que garanticen que las zonas para comer estén separadas de las zonas donde se preparan o almacenan alimentos. Además, contiene disposiciones relativas a la seguridad de los empleados, en particular dándoles la opción de llevar mascarillas para protegerse de la exposición al humo. Estas mascarillas deben ser proporcionadas gratuitamente por el empresario. Los trabajadores también deben recibir asesoramiento sobre los riesgos potenciales del tabaquismo pasivo, lo que refuerza su protección en el lugar de trabajo.
En su declaración de firma, Newsom alabó estas salvaguardias adicionales: «Felicito al autor por incorporar salvaguardias adicionales[…]. Es esencial que las autoridades locales den prioridad a la seguridad de los trabajadores y apliquen salvaguardias estrictas que minimicen los riesgos para la salud pública.»
También advirtió de que si los gobiernos locales no gestionan de forma responsable la aplicación de esta normativa, podría dar lugar a una revisión de esta ampliación limitada.
Salud pública frente a libertad del consumidor
Aunque la legislación cuenta con el firme apoyo de defensores y empresarios del cannabis, organizaciones de salud pública como la Sociedad Americana del Cáncer (ACS) han expresado su preocupación. En su opinión, los riesgos potenciales de la exposición al fumado pasivo en estos cafés podrían ser mayores que los beneficios.
En respuesta, el diputado Haney señaló que la introducción de espacios regulados para el consumo de cannabis podría reducir los riesgos para las personas que de otro modo fumarían en entornos menos controlados, como en casa en presencia de niños o en espacios públicos.
«Si nos preocupa el tabaquismo pasivo, ¿no deberíamos ofrecer a la gente lugares seguros para consumir con otras personas que han tomado esa decisión?», se pregunta Haney.
Una bendición para la industria del cannabis
Desde una perspectiva económica, la legalización de los cafés cannábicos se considera una gran victoria para las pequeñas empresas de la industria del cannabis. Haney y otros partidarios de la legalización argumentan que estos cafés ofrecen a los minoristas de cannabis nuevas oportunidades para ampliar sus modelos de negocio, atraer a una base de clientes más amplia y crear una escena social más vibrante en torno a la cultura del cannabis.
«No hay absolutamente ninguna razón desde el punto de vista económico, sanitario o de seguridad para que el Estado lo ilegalice», dijo Haney. Con la nueva ley, las ciudades pueden optar por permitir estos cafés, lo que permite a las pequeñas empresas prosperar en un mercado competitivo.
Varias figuras destacadas de la comunidad cannábica, entre ellas el actor Woody Harrelson, propietario de un salón cannábico llamado The Woods en West Hollywood, abogaron por la aprobación del proyecto de ley. La defensa de Woody Harrelson, junto con el apoyo de celebridades como Whoopi Goldberg, ayudó a llamar la atención sobre los beneficios de los «coffeeshops».
Otras reformas y retos del cannabis
Además del proyecto de ley sobre los «coffeeshops» de cannabis, el gobernador Newsom ha firmado varias otras leyes relacionadas con el cannabis. Estas reformas tienen como objetivo apoyar aún más el mercado del cannabis de California, abordando cuestiones como la fiscalidad y el acceso al cannabis medicinal. Una reforma notable permite donaciones de cannabis medicinal libre de impuestos a pacientes con bajos ingresos, mientras que otra prohíbe a los gobiernos locales imponer una doble tributación a los negocios de cannabis.
A pesar de estos avances, el gobernador Newsom se mantiene cauto en otros aspectos de la política de drogas. Por ejemplo, recientemente vetó la legislación sobre la legalización de los psicodélicos y los lugares de consumo seguro de drogas ilegales.
Mientras tanto, la industria del cáñamo de California se enfrenta a sus propios retos. Una reciente demanda presentada por miembros de la industria del cáñamo, incluida la Cheech and Chong Cannabis Company, pretende anular las normas que prohíben la mayoría de los productos consumibles de cáñamo en el estado. Las normas, que prohíben temporalmente cualquier producto de cáñamo que contenga una cantidad detectable de THC, son controvertidas y es probable que estén en el centro de futuros debates sobre la regulación del cannabis y el cáñamo en California.
