El Gobierno italiano quiere monopolizar el cannabis dietético

El Gobierno italiano está tomando medidas enérgicas contra el cannabis light.

Después de dos intentos de declarar su prohibición mediante proyectos de ley, más una directiva del Ministerio del Interior ordenando registros en todos los comercios haciéndola pasar por concienciación de los traficantes, el Gobierno de Meloni cambia de estrategia y quiere imponer un régimen de monopolio.

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Según la agencia de prensa italiana Ansa, el Gobierno italiano ha presentado de hecho en la Comisión de Finanzas una enmienda al poder fiscal que, además de «un sistema de autorización de la Agencia de Aduanas para la comercialización», prevé la prohibición de la venta en línea, la prohibición de la venta a menores, la prohibición de la publicidad y la misma fiscalidad que para los cigarrillos.

Un monopolio para el cannabis light

Así, el texto prevé introducir «un sistema de imposición para las partes cultivadas del cáñamo» destinadas a ser utilizadas en «productos para fumar o inhalar». La comercialización se reservaría principalmente a los «minoristas monopolistas» o a los puntos de venta especializados que dispongan de una licencia de venta monopolista. También se prohibiría la venta a distancia, las máquinas expendedoras y la publicidad.

La comercialización y la venta sólo podrán realizarse a través de «depósitos fiscales autorizados», con «medidas de vigilancia especiales» para los depósitos fiscales autorizados a fabricar.

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Por último, se aplicarán al cannabis CBD las mismas prohibiciones de fumar que ya existen para los cigarrillos, por ejemplo en espacios cerrados, y también se prevén etiquetas de advertencia sobre los riesgos del consumo para la salud.

Aunque el medio cannábico italiano DolceVita reconoce la necesidad de una regulación real, lamenta que las tiendas que ya venden cannabis light queden excluidas del plan y que la elevada fiscalidad corra el riesgo de «cortar las piernas al sector». Además de una cuestión fundamental: el sector lleva años sufriendo procesos judiciales, con negocios legales tachados de narcotraficantes. Para los medios de comunicación, «lo menos que se merece hoy es un reconocimiento de los errores cometidos hasta ahora por los políticos, que quieren cubrir sus propios errores con un borrón y cuenta nueva».

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