Ruanda pretende posicionarse como un actor clave en el cultivo y la exportación de cannabis medicinal. Con el establecimiento de una planta de producción de cannabis en el distrito septentrional de Musanze, dirigida por King Kong Organics (KKOG) Rwanda, el país se dispone a entrar en el mercado mundial de productos de cannabis medicinal.
Inversión en la industria del cannabis en Ruanda
En 2021, Ruanda legalizó el cultivo de cannabis medicinal para la exportación. La filial ruandesa de KKOG Global, una empresa estadounidense, ha obtenido una licencia de cinco años de la Rwanda Development Board (RDB) para cultivar cannabis con fines médicos, extraerlo y exportarlo. KKOG ha invertido 10 millones de dólares en maquinaria, construcción de instalaciones e importación de semillas de cannabis
Se espera que la planta de KKOG Ruanda esté plenamente operativa en septiembre de 2024. El consejero delegado, Rene Joseph, anunció recientemente que la empresa ha completado el 70% de las instalaciones y espera comenzar la producción en la fecha prevista. La finalización de las instalaciones se ha retrasado debido a la necesidad de construir una nueva carretera de acceso al emplazamiento, pero una vez operativa supondrá una importante contribución al crecimiento económico del país.
Según el New Times, Joseph declaró: «Esperamos terminar las obras la primera semana de septiembre».
Impacto económico del cultivo de cannabis
La decisión de Ruanda de legalizar el cannabis medicinal se alinea con las tendencias del mercado mundial, que prevén un crecimiento significativo de la industria del cannabis. Según Fortune Business Insights, se espera que el mercado mundial del cannabis crezca de 57.180 millones de dólares en 2023 a 444.340 millones en 2030. Este aumento está impulsado por la creciente demanda de cannabis medicinal, que se espera que desempeñe un papel clave en los sistemas sanitarios mundiales, en particular para el tratamiento del dolor.
KKOG Ruanda está llamada a desempeñar un papel central en el aprovechamiento de esta demanda. La empresa aspira a producir al menos 5.000 kilos de cannabis por hectárea, con plantas que maduren en cuatro o seis meses. El suelo fértil y el clima favorable de Ruanda lo convierten en un lugar ideal para el cultivo de cannabis, y las posibles recompensas económicas son enormes.
Funcionarios de la Rwanda Development Board han pronosticado que una hectárea de cannabis podría generar hasta 10 millones de euros en ingresos, cifra significativamente superior a los 300.000 dólares generados por hectárea de flores hortícolas, sector en el que Ruanda ya está especializada.
Potencial de inversión de Ruanda
Ruanda ha identificado la producción de cannabis como una oportunidad de inversión de primer orden, tratando de atraer una inversión extranjera estimada en 19.000 millones de rwf (unos 17,5 millones de euros). El gobierno ha asignado 35 hectáreas de terreno en el distrito de Musanze a cinco inversores potenciales, siendo KKOG Rwanda el primero en iniciar la construcción. A cada inversor se le han asignado cinco hectáreas, reservándose otras diez para uso comunal y fines de seguridad.
Al centrarse en la producción de cannabis medicinal, Ruanda puede generar ingresos sustanciales de las exportaciones, al tiempo que contribuye al suministro mundial de productos terapéuticos del cannabis. Además, el país debería beneficiarse de la creación de empleo, ya que la industria del cannabis requiere una mano de obra cualificada para el cultivo, la extracción, la destilación y otras actividades técnicas.
KKOG Ruanda se compromete a emplear personal local, contribuyendo a la transferencia de conocimientos y experiencia a los trabajadores ruandeses. Esta inversión en capital humano es esencial para la viabilidad a largo plazo del sector del cannabis en el país.
El mercado mundial del cannabis medicinal
El mercado mundial de cannabis medicinal está creciendo rápidamente, con una creciente demanda de productos como aceites de cannabis y medicamentos a base de CBD. En 2022, las ventas mundiales de CBD, cannabis medicinal y cannabis para uso adulto ascendieron a 45.000 millones de dólares, y las previsiones indican que el mercado podría superar los 101.000 millones de dólares en 2026, según Prohibition Partners. Esta creciente demanda es un claro indicador de la creciente aceptación de los medicamentos a base de cannabis en todo el mundo.
El posicionamiento estratégico de KKOG Ruanda en Musanze permite a la empresa aprovechar esta creciente demanda. Las infraestructuras, el entorno empresarial y la proximidad regional de este país de África Oriental lo convierten en un atractivo destino de inversión.
Rene Joseph, Director General de KKOG, señaló que, aunque el coste de producción es elevado debido a la escasa disponibilidad de maquinaria y tecnología en la región, los beneficios potenciales compensan con creces la inversión inicial.
«Con los socios gubernamentales adecuados, podemos desarrollar esta oportunidad», afirmó Joseph, subrayando el compromiso a largo plazo de la empresa con Ruanda.
El cannabis sigue castigado en Ruanda
A pesar de estas prometedoras perspectivas, sigue habiendo desafíos. La industria del cannabis está muy regulada y las estrictas leyes de Ruanda sobre el consumo recreativo de cannabis siguen vigentes.
Aunque el cannabis medicinal es legal, el país ha impuesto severas penas por la producción, distribución y consumo ilegal de cannabis . Según las leyes ruandesas sobre drogas y sustancias psicotrópicas, las multas por consumo ilegal de cannabis oscilan entre 500.000 y 5 millones de ruf, con penas de prisión de hasta cinco años.