Tras la Asamblea, el Senado checo ha aprobado una enmienda al código penal que legaliza la posesión y el cultivo de cannabis.
Definidos los límites legales a la posesión y el cultivo
Según la nueva enmienda, será legal cultivar hasta tres plantas de cannabis por persona. También se permitirá la posesión de hasta 100 gramos de cannabis seco en casa y 25 gramos en público. La posesión de 100 a 200 gramos se considerará un delito, mientras que cantidades mayores podrán seguir constituyendo un delito penal.
Según el Ministerio de Justicia checo, la reforma pretende racionalizar las penas legales y eliminar las incoherencias que durante mucho tiempo han penalizado las conductas de bajo riesgo con el cannabis.
La ministra de Justicia, Eva Decroix, destacó la intención de la reforma de modernizar las políticas represivas y permitir un mayor uso de penas alternativas, como las multas, en lugar del uso sistemático de penas de prisión.
Resistencia de los fiscales, apoyo de los legisladores
A pesar del amplio apoyo en el Senado, la reforma se encontró con la oposición de última hora de la fiscal general Lenka Bradáčová, que advirtió de posibles lagunas en las disposiciones sobre el cannabis. En concreto, le preocupaba que la posesión por cuenta ajena dejara de ser punible, lo que podría permitir a los traficantes de drogas aprovecharse del cambio para eludir la acción de la justicia.
«Una laguna legal de este tipo daría lugar a defensas oportunistas por parte de los acusados», advirtió Petr Malý, portavoz de la Fiscalía Suprema. Sugirió que el cambio podría dar lugar a incoherencias, ya que la posesión de una cantidad mayor de cannabis en nombre de otra persona sería legal, mientras que la posesión de una cantidad menor para uso personal aún podría ser perseguida.
Sin embargo, esta interpretación fue rechazada por el Ministerio de Justicia, que afirmó que el cannabis seguiría tratándose de acuerdo con la legislación sobre drogas vigente para cantidades mayores.
«El hecho de que sea cannabis tendrá que ser tenido en cuenta por el juez en cada caso individual», dijo el portavoz del ministerio Vladimír Řepka.
Fin de las duras penas para los pequeños agricultores
La reforma también ha sido bien acogida por expertos en política antidroga, que creen que frenará la excesiva persecución de cultivadores en beneficio propio.
«Los tribunales también tendrán que tener en cuenta que la posesión de 100 gramos será legal. Y probablemente no condenarán a prisión a personas que compartan una pequeña cantidad de cannabis dentro de su familia», dijo Viktor Mravčík, asesor del coordinador nacional de drogas.
Mravčík añadió que el anterior marco jurídico había llevado a situaciones absurdas en las que las personas que cultivaban cannabis para consumo personal eran criminalizadas en cuanto cosechaban y secaban las flores.
«Ese era uno de los mayores problemas», dijo a Novinky, señalando que el cultivo a pequeña escala podía ser reclasificado hasta ahora como producción ilegal.
El caso de Miroslav Koláčný y su hijo, condenados inicialmente a penas de prisión en suspenso por cultivar sólo cuatro plantas, es un ejemplo bien conocido. La decisión fue finalmente revocada tras una batalla legal de dos años.
Una reforma penal más amplia centrada en el cannabis
Más allá del cannabis, esta enmienda forma parte de un esfuerzo más amplio para reducir las tasas de encarcelamiento, reducir la reincidencia y ahorrar recursos estatales. Amplía el uso de sanciones económicas en lugar de penas de prisión y reduce las penas para determinados delitos no violentos. Al mismo tiempo, introduce penas más duras para delitos graves, incluida la pornografía falsa generada por IA con el objetivo de dañar a otros.
Sin embargo, son las disposiciones relativas al cannabis las que han atraído más la atención del público y las que, en última instancia, podrían marcar un punto de inflexión en la política checa sobre drogas e inspirar a otros países europeos a dar el paso.
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