La provincia y la ciudad de Oaxaca, México, parecen cansadas de esperar a que se ponga en marcha la futura regulación del cannabis.
Hace unas semanas, la Asociación Indígena Productora de Cannabis de Oaxaca (AIPCO), una organización oaxaqueña sin ánimo de lucro formada por cultivadores de cannabis indígenas locales, entregó a las comunidades indígenas 26 licencias para cultivar cannabis medicinal expedidas por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) de México. Esta autorización ya era legal «en teoría», pero nunca se había aplicado por falta de regulación federal.
Paralelamente, el gobierno de la capital del estado, Oaxaca de Juárez, informó a la sociedad civil que al no existir un reglamento municipal que prohibiera el consumo responsable de cannabis por particulares en espacios públicos, se instruiría a los policías locales para que no molestaran a los consumidores de cannabis en la capital.
El cambio de política se dio a pocos días de 420, que fue debidamente celebrado en Oaxaca. En su carta, la ciudad advirtió a los usuarios que expresaran su nueva libertad sin molestar a quienes los rodeaban.
«No existe reglamentación municipal que prohíba expresamente el consumo personal responsable de cannabis en espacios públicos», decía la carta. «Se hace un llamado a los consumidores para que eviten consumir cannabis en lugares donde haya niños o donde otras personas explícitamente no estén de acuerdo».
«La autoridad municipal insta a la policía municipal a abstenerse de causar molestias a los consumidores y a pedir a los consumidores que se muevan sólo si fuman cerca de niños o de personas que se opongan categóricamente.»
La legalización federal sigue avanzando, lentamente
Como Newsweed informó anteriormente, las leyes federales siguen siendo poco claras e inciertas cuando se trata del consumo de cannabis. La legislatura mexicana sigue deliberando lentamente sobre la legalización tras una serie de sentencias del Tribunal Supremo que invalidan la prohibición. Mientras que el proceso federal se ha estancado, las provincias y municipios se están ocupando del tema, como aquí en Oaxaca.
El Congreso mexicano podría legalizar el tema este mismo año, a pesar de las dudas del presidente Andrés Manuel López Obrador. Su última postura sobre el tema se remonta al verano pasado, cuando planteó la idea de un referéndum nacional sobre la legalización, para el que dice que no hay consenso.
